De 'Ba-ta-clan' a 'Chu Chin Chow'
No pocos autores del Siglo de Oro escogieron localizaciones exóticas para buena parte de sus obras: el norte de África en El príncipe constante, los límites del Imperio en El Brasil restituido, enclaves bíblicos y mitológicos... Las comedias hagiográficas y de magia del XVIII ascendieron a los diablos del averno. El teatro precedente a la segunda revolución industrial fue más allá, especialmente el musical, que se presta a todo tipo de fugas. Los libretistas de Offenbach testaron las posibilidades de la ciencia-ficción en Un viaje a la luna, adaptación de la novela de Verne, y las de Extremo Oriente en Ba-ta-clan (1855), opereta que transcurre en la China interior. París estaba celebrando su primera Exposición Universal, y el gigante amarillo, derrotado en la Primera Guerra del Opio, se había visto obligado a abrir sus puertos al comercio con Occidente. El título se refiere al himno de los personajes conjurados para derrocar al emperador Fé-Ni-Han (como fai-néant: holgazán), que no sabe chino. Tampoco lo hablan el jefe de su guardia, ni los conjurados: se acaba desvelando que son todos franceses, y Ba-ta-clan, una parodia de la corte de Napoleón III. Tres años antes, el sobrino de Bonaparte había dado un golpe mortal a la República y proclamado el Segundo Imperio. "Ba-ta-clan/Fé-Ni-Han...", cantaron los republicanos al recuperar el poder en 1870.
El éxito de esta opereta produjo secuelas, entre ellas, Fleur-de-Thé, de Charles Lecoq; Le grand Mogol, de Edmond Audran, y Aladdin the Second, que sucede en Japón, a pesar del título... Se estrenó en Londres, donde Hervé, su autor, estaba exiliado. W. S. Gilbert y Arthur Sullivan vieron la representación y se quedaron con la copla. El Mikado (1885) es la respuesta británica a las chinoiseries y japonaiseries francesas. "En la Exposición Universal de Londres se llegó a levantar un poblado japonés, con sus habitantes, y la gente iba a verlos, como a los monos", dice Joan-Lluís Bozzo, director de la compañía catalana Dagoll Dagom. Bozzo montó El Mikado en España en 1986, y el 19 de noviembre lo repone en Santurce, con un plantel de intérpretes diferente. Como Ba-ta-clan, El Mikado viste los vicios de casa con ropas exóticas. "El emperador de Japón prohíbe a sus súbditos cualquier devaneo sexual, y eso les obliga a meterse en camisas de once varas. Gilbert y Sullivan están hablando, en el fondo, de la Inglaterra victoriana. De este musical se han hecho decenas de versiones: en el Cotton Club, en el Lejano Oeste, en un club gay, The Hot Mikado, The Black Mikado... Una la protagonizó Groucho Marx". Stanislavski hizo un montaje con 24 años, dos después del estreno en Londres. Por la misma fecha, otro se representó en España.
Las imitaciones se multiplicaron, pero sin mordiente. The Geisha (1896), de Sydney Jones, inspirada en Madame Chrysanthème, de Pierre Lotti, cuenta una historia de amores cruzados entre un marino británico y una joven geisha de La Casa de Té de los Diez Mil Placeres. Lotti se inspiró en la historia real de Tojin Okitchi, quien en 1856 se entregó sin amarle a Townsend Harris, uno de los primeros estadounidenses con permiso para residir en Japón. Otra Madame Chrysanthème subió a escena con música de André Messager, interpretada por Tamaki Miura, y una tercera, en lengua inglesa, con música de Howard Talbot. Franz Lehár invirtió los papeles de los enamorados en Das Land des Lächelns (El país de las sonrisas): son un príncipe oriental y una vienesa. Rodgers y Hammerstein tomaron de esta opereta el asunto de El rey y yo, escrita para Yul Brynner. Jones, Talbot y Lehár siguieron exprimiendo la fórmula... No la agotaron. Oscar Asche, intérprete de Claudio en un Hamlet recordado, de Otelo, y empresario teatral, escribió Chu Chin Chow, mezcla de musical y pantomima, que arrasó en los años de entreguerras. La trama es una variante de Alí Babá y los cuarenta ladrones, y el vestuario, un delirio orientalizante, influido por los diseños de León Bakst para la Scheherazade de los Ballets Rusos de Diaghilev. Chu Chin Chow sumó 2.235 representaciones en el His Majesty's Theatre. Asche embarcó a la compañía con todos los aparejos rumbo a Broadway, primero, y a Australia, después. Allí le aguardaba la bancarrota.
El Mikado. Santurce. Serantes Kultur Aretoa. 19 de noviembre. Málaga. Teatro Cervantes. 25 y 26. Molina de Segura (Murcia). Teatro Villa de Molina. 1 de diciembre. Valladolid. Teatro Calderón. Del 8 al 11.
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