¿Dónde está el nuncio?
El perfil de los nuncios en Madrid se corresponde con los avatares políticos. Juan XXIII tardó poco en relevar al autoritario Hildebrando Antoniutti, un franquista acérrimo nombrado, sin embargo, por Pío XII, para frenar las excesivas apetencias de control del llamado por los curas de la época "caudillo por la gracia de Dios" (en cada misa debía rezarse por él, con su nombre, por orden del Concordato de 1953).
El resto de los nuncios, hasta 1975, cumplieron con el deseo romano de alejarse radicalmente de un régimen cuyo futuro el Vaticano daba por amortizado tras el Concilio Vaticano II. Fueron clamorosos en esos años los enfrentamientos, hasta el punto de que la dictadura se vio obligada a abrir una cárcel sólo para sacerdotes en Zamora y quiso expulsar de España al obispo de Bilbao, Antonio Añoveros.
El dictador, en represalia, nunca renunció a su prerrogativa para nombrar obispos, cancelada en 1976, reinando ya Juan Carlos I.
La transición, con Suárez y Felipe González, fue cubierta por nuncios neutrales e incluso aperturistas, como Dadaglio, Riberi o Kadar, puentes de pacificación entre Roma y Madrid. ¿Donde está el nuncio actual, el arzobispo portugués Monteiro de Castro, en España desde 2000? Pese a que los nuncios son diplomáticos de perfil bajo, nadie como Monteiro había pasado antes tan inadvertido en medio de tantos conflictos.
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