Concluye la parada de la flota de cerco en el golfo de Cádiz

Unos 300 barcos dedicados a la pesca de cerco regresaron ayer a la actividad tras haber permanecido amarrados a puerto 45 días en cumplimiento del paro biológico decretado en el caladero del golfo de Cádiz. El paro ha afectado a un millar de pescadores, en su mayor parte de los puertos de Barbate y Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, e Isla Cristina, en Huelva. Los marineros percibirán como compensación 25 euros por día de inactividad.

La ayuda, financiada por la Unión Europea, está siendo gestionada por la Junta que, en esta ocasión, ha establecido un mecanismo de adelantos bancarios a los que se podrán acoger a partir de hoy los pescadores con el fin de acceder de manera rápida al dinero. El delegado de Pesca en Cádiz, Juan Antonio Blanco, aseguró ayer que este año se ha logrado agilizar la tramitación de las autorizaciones para que los pecadores puedan cobrar las ayudas, que empezarán a ser entregadas "de inmediato". Blanco aseguró que "no se han producido quejas respecto a la cuantía" y reconoció que el próximo año las ayudas "no experimentarán subidas".

La parada biológica en los últimos 45 días del año es una medida consensuada por el sector en respuesta a la política de reducción de la cuota de pesca anunciada por la Unión Europea en aguas continentales para garantizar la regeneración de los caladeros.

En el caso del golfo de Cádiz, las especies más beneficiadas por la medida son la sardina, el boquerón, el jurel y la caballa. El plan de protección del caladero restringe, además, la actividad a 200 jornadas al año y establece un tope máximo de capturas. La presión sobre el caladero gaditano se aliviará en 2006 gracias al acuerdo con Marruecos que permitirá faenar en sus aguas a barcos de Cádiz y Huelva.