Un movimiento vecinal, en contra del futuro paseo de la playa Llarga de Tarragona
Un movimiento vecinal tarraconense, al que se han adherido entidades ecologistas como Gepec, plantea constituirse en plataforma para detener un proyecto del Ministerio de Medio Ambiente que prevé construir un paseo marítimo de 2,7 kilómetros en la playa Llarga de Tarragona y un aparcamiento adyacente. Los opositores denuncian la "agresión" al entorno que, a su juicio, supondrá el paseo, de seis metros de ancho en la mayor parte del trazado, y han iniciado una ronda de contactos con los grupos municipales de la ciudad.
El proyecto, presupuestado en 6,6 millones de euros, ya ha superado la fase de exposición pública. Por ello, la concejal republicana Rosa Rossell lamenta que haya surgido un movimiento de oposición cuando poco puede hacerse. Lola Paniagua, promotora de la plataforma vecinal, recuerda que la playa Llarga de Tarragona, de cerca de dos kilómetros de longitud, es uno de los últimos lugares del Camp de Tarragona donde se puede ver aún "el paisaje natural" que tenía el litoral antes de la masiva urbanización de los años sesenta.
Respaldo municipal
Sin embargo, las reivindicaciones de los opositores parecen haber caído en saco roto. Sólo Iniciativa Verds (ICV), en la oposición municipal, ha manifestado su posición contraria al paseo marítimo. El portavoz socialista, Josep Fèlix Ballesteros, entiende que "a priori el proyecto parece aceptable, aunque podríamos incluir medidas para que sea más respetuoso con el entorno". Rossell añade además que el paseo representará la "rehabilitación" de esta zona de la costa del municipio, actualmente con accesos limitados.
El gobierno municipal (CiU y PP) respalda el proyecto y ha asegurado que el paseo preservará los valores naturales del lugar. Ayer mismo, el alcalde, Joan Miquel Nadal (CiU), aseguró que el proyecto ha contado con el asesoramiento de entidades ecologistas y que lo único que persigue es mejorar la accesibilidad del entorno. "Si alguien quiere estar aislado en una playa lo tiene muy difícil en Europa", dijo.
Otras fuentes municipales añaden que la construcción del paseo comportará beneficios para el paisaje original de la playa Llarga. Una de sus características son las dunas de arena, que -aseguran estas fuentes- están degradándose por la actividad de un cámping, que con el nuevo paseo deberá retroceder unos metros hacia el interior.
Los opositores han iniciado una campaña que persigue la adhesión de la ciudadanía. Paniagua prevé que los vecinos se constituyan en plataforma de forma inminente. "Somos básicamente usuarios de la playa de toda la vida, y nos preocupa que pueda convertirse en un lugar como Salou o California", dice. Ante la avanzada tramitación del proyecto, los vecinos piden una moratoria para lograr así tiempo para redactar un nuevo proyecto menos "agresivo".
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