"No hay base científica para los bancos privados"
El fundador y actual coordinador de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, no tiene ninguna crítica que hacer a la decisión de los Príncipes de congelar las células del cordón umbilical de su hija. Tampoco cree que la legislación española deba prohibir que este tipo de bancos privados de cordón se establezcan en España. Lo que sí cree es que esa actividad empresarial "carece de base científica", y que los ciudadanos deben estar muy bien informados sobre las exageraciones que les venden esas empresas. Aquí expone sus argumentos.
Pregunta. ¿Ve problemas éticos o legales en la actuación de los Príncipes?
Respuesta. Por supuesto que no, ni tengo nada que objetar a su decisión de guardar células del cordón de Leonor en un banco privado. Cada familia es muy libre de hacer lo que considere mejor. Lo que sí es imprescindible es que los ciudadanos estén bien informados antes de acudir a una de estas empresas, porque hoy por hoy esta técnica no sirve para nada.
"Es imprescindible que los ciudadanos estén bien informados, porque hoy por hoy esta técnica no sirve para nada"
P. ¿Ni siquiera para tratar la leucemia, aunque sólo sea en uno de cada 10.000 casos?
R. Uno entre 10.000 (algunos científicos hablan de uno entre 40.000) es la probabilidad de que un bebé nacido hoy desarrolle una leucemia a lo largo de su vida, pero ni la leucemia infantil ni ninguna otra enfermedad de la infancia son tratables con las células del cordón umbilical del propio bebé. Cuando un niño tiene una leucemia u otra enfermedad de la sangre, hay que descartar las células de su cordón, porque tienen los mismos problemas genéticos que el niño.
P. ¿Si Leonor tuviera una de esas enfermedades infantiles, no podría usar sus células umbilicales?
R. No. Si Leonor tuviera una leucemia infantil, tendría que acudir al banco público de cordón, como cualquier otro niño. Sólo allí podría haber células libres de su enfermedad. Su cordón habría que tirarlo, porque no le serviría ni a ella ni a ningún otro niño.
P. ¿Y si fuera una leucemia no genética?
R. Eso sí, pero esas enfermedades suelen desarrollarse a los 60 o 70 años de edad, y no hay garantías de que las células del cordón puedan congelarse más de 10 años. Por tanto, no hay ningún fundamento científico para los bancos privados, y así lo reconocen todos los comités hospitalarios de trasplante de médula.
P. ¿Por qué 21 países europeos cuentan con bancos privados?
R. Porque en muchos de esos países también los bancos de cordón para uso público son empresas privadas. Esto no ocurre en los países mediterráneos, donde los bancos públicos son públicos, y por eso no hay bancos privados en Francia, Italia ni España. La Comisión Europea analizó a fondo el asunto en 2003 y decidió no recomendarlos.
P. ¿Hubo posturas favorables en esa discusión?
R. Claro, escuchamos con todo interés al director del mayor banco privado de cordón. La pregunta crucial se la hizo una diputada británica: "De todos esos miles de cordones que guardan ustedes congelados, ¿se ha usado alguno para un tratamiento?" La respuesta fue que no.
P. ¿Y se han usado los cordones de otros bancos privados?
R. Nunca. No hay un solo caso publicado en las revistas médicas y científicas. Lo que sí se han usado son los bancos públicos, naturalmente.
P. ¿Y en caso de que la familia ya tenga otro hijo con leucemia?
R. Eso no tiene nada que ver. En esos casos ya guardamos las células del cordón del nuevo bebé en el sistema público, y por supuesto que se usan para tratar al hermano enfermo si son compatibles.
P. ¿Más problemas?
R. Puede ser peligroso entregar una muestra biológica a una empresa privada norteamericana, por razones de confidencialidad.
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