Dana Reeve, actriz, esposa de Superman
"Estuve casada con un hombre que no se rindió nunca". Ese hombre era Superman, Christopher Reeve en la vida real, y esas palabras las pronunciaba su esposa Dana Reeve, ya convertida en viuda, al ser preguntada hace cuatro meses sobre cómo luchaba contra su propia pesadilla: el cáncer de pulmón que acabó con su vida el pasado martes. Pese a no haber fumado nunca, Dana falleció víctima de esa enfermedad, de la que fue diagnosticada el pasado agosto, menos de un año después de ver morir a su marido.
Dana, actriz de profesión, había abandonado su carrera para dedicarle su vida a su marido, postrado en una silla de ruedas desde 1996 hasta su muerte en octubre de 2004. El destino quiso que el hombre que dio vida en el cine al superhéroe volador quedara paralizado tras un accidente de equitación, pero a su lado siempre tuvo a su esposa, quien se convirtió en una de las personalidades más admiradas por su dedicación y entrega al cuidado de Superman y a la batalla que emprendió junto a su marido: ayudar a encontrar una solución médica a la parálisis a través de la Christopher Reeve Foundation.
Dana y Christopher Reeve se convirtieron en activos defensores de la investigación con células madre, que en Estados Unidos carece del apoyo del Gobierno republicano. Dana declaró querer regresar a la profesión de actriz, abandonada en parte tras el accidente de su esposo. "Por supuesto que voy a seguir actuando. Soy actriz y necesito vivir de algo", afirmó un mes después de enviudar. Pero no tuvo suerte: cuando empezaba a saborear nuevamente los escenarios de Broadway, el cáncer truncó sus aspiraciones.-
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