"Sabíamos que iba a tener una gran repercusión"

Tiene una gran fuerza de convicción y mantuvo respecto a Pilar Primo de Rivera una alternativa actitud de colaboración y de inevitable rivalidad. Con los años, las dos serían las grandes damas de la Falange. Mercedes Sanz-Bachiller, la fundadora de Auxilio de Invierno, luego convertido en Auxilio Social, nació en Valladolid en 1911 y el 11 de febrero de 1931, evoca, se casó con Onésimo Redondo, fundador de las JONS (Juntas Ofensivas Nacional-Sindicalistas). Su primer hijo, que nació muerto, vino al mundo en noviembre. "Faltaban dos días para los nueve meses", ironiza, algo que "en España se observaba y contabilizaba con severidad".

Tras esta maternidad frustrada, nació su segunda hija, en Portugal, donde el matrimonio se exilió para que el llamado caudillo de Castilla eludiera la cárcel, tras los sucesos de agosto de 1932, al hilo de la intentona del general Sanjurjo.

Sanz Bachiller fue educada en el colegio de Las Francesas de Valladolid (por pertenecer a una orden originaria del país vecino), "más abierto" que la mayoría de los colegios españoles. Esta pátina favorece que en Sanz Bachiller convivan cierta apertura en temas de costumbres junto con el poso ideológico falangista. En noviembre de 1933, se acercó al colegio electoral "consciente de que era un acto importantísimo, algo que tenía una repercusión". Mercedes Sanz Bachiller tenía previsto votar a su marido, y tenía fe en que saliera elegido. A pesar de su crítica al sistema de partidos imperante, Onésimo Redondo había vuelto de Portugal, amnistiado, para entrar en liza electoral y se proclamó "candidato del pueblo". Era el único representante nacional-sindicalista y con su lema "ni derechas ni izquierdas", envuelto en una actitud beligerante contra "el marxismo" y "el oprobioso estatuto catalán" se lanzó a conquistar votantes. Era el fundador del sindicato remolachero y tenía influencia en algunos municipios. Pero al final, acusado de dividir el voto derechista y de favorecer al marxismo, retiró su candidatura. Su retirada favoreció a Gil Robles y a la CEDA, aunque en el fondo, tanto Onésimo Redondo como Gil Robles desconfiaban entre sí.

Sanz Bachiller, que volvió a casarse al morir Redondo, funde las elecciones del 33 con su posterior paso por las Cortes franquistas y dice que favoreció los derechos de la mujer.