"Queremos trabajar con EE UU en Oriente Próximo"
El secretario general de la Liga Árabe, el veterano diplomático egipcio Amer Musa, participó el lunes en el acto de presentación de la memoria del primer encuentro sobre diálogo entre civilizaciones que, organizado por la Fundación Atman en octubre pasado, reunió a centenares de personalidades de todo el mundo. En Madrid, antes del acto de presentación, Amer Musa habló con EL PAIS sobre las inmensas dificultades de este diálogo entre culturas, religiones y civilizaciones que tanto lastra las relaciones internacionales.
Pregunta. Entre octubre, cuando fue el encuentro de la Fundación Atman, y la publicación ahora de las conclusiones parece realmente que todo ha ido mal para este diálogo de las civilizaciones, y especialmente entre las democracias europeas y el islam. Caricaturas, manifestaciones, asaltos, las relaciones parecen peor que nunca. Hace unos días decenas de miles de belgas se manifestaron en protesta porque un joven había asesinado a otro para arrebatarle un reproductor de música. Aquella reacción sólo es pensable por el hecho de que el agresor era magrebí. Estaremos de acuerdo en que esta relación se ha envenenado mucho de un año a esta parte. ¿Cómo hemos llegado tan lejos?
"La situación es grave en Palestina, pero hay que buscar salidas y no pasan por acorralar a Hamás"
"Con crisis como la de las caricaturas, cobra sentido la idea de la alianza de civilizaciones"
Respuesta. Mire, es ésta una cuestión complicadísima. Hay 1.000 razones de las que depende. Y la escalada es grave. Por un lado tenemos unas diferencias políticas objetivas muy grandes entre países occidentales y países árabes. También están las diferencias religiosas. Existe, es un hecho, ese choque de civilizaciones en gran medida, hay mucho de cierto en todo ello. Pero sobre todo lo que hay es una inmensa frustración, en ambas partes. Uno encuentra hoy muchos incidentes como el referido por usted en Bélgica. ¿Cuántas personas son agredidas por su aspecto árabe en ciudades europeas? Son tantos los inocentes que sufren agresiones en nuestros países, aquí y allí. Tiene razón en que hay veneno. Todos somos responsables. En una situación así, enferma como dice, no hay un culpable y un inocente. Cuando hay esas agresiones, estas víctimas por ambas partes, tenemos que afrontar juntos la epidemia que nos afecta a ambos.
P. La crisis de las caricaturas ha sido un hito en esta escalada. Tuvimos esos dibujos y una extrema escalada de las reacciones. Asaltos a las embajadas y demonizaciones. Ninguna organización, ni la Liga ni la UE, ni la ONU, fueron capaces de reaccionar ante la situación.
R. Creo que ante este tipo de situaciones cobra sentido la idea de la alianza o el diálogo de civilizaciones, de Zapatero o de Erdogan [primer ministro turco]. Se trata de buscar una alianza contra los extremistas en general. Si me pregunta si existe hoy el choque de civilizaciones tengo que decirle que se está produciendo, pero entre las alas más extremas de nuestras civilizaciones. Todas nuestras civilizaciones y sociedades tienen alas extremas con intereses muy concretos de provocar esta confrontación.
P. Pero la sociedad occidental condena y se moviliza contra las agresiones de sus propios extremistas, mientras en el islam no vemos reacción de los moderados contra los excesos de los radicales. ¿Por qué tenemos siempre la impresión de que en el islam son los radicales quienes siempre se imponen?
R. La sociedad civil en los países árabes se halla en un estado incipiente, pero comienza a jugar un papel cada vez mayor. La reacción en las democracias contra sus radicales tendrá su equivalente en nuestros países en unos años. A ustedes en pleno siglo XX les costó mucho movilizarse contra el nazismo cuando éste se hizo con Europa. Nosotros seremos más rápidos.
P. Otra de las cuestiones lacerantes es la reciprocidad. En Europa muchos se preguntan por qué se acepta que los saudíes no toleren una iglesia en su país y el islamismo presione, y acosa, a cristianos en sitios que van desde Indonesia a Palestina, y en Europa los saudíes construyen mezquitas sin parar. Sería muy efectivo que la parte islámica reconociera esta diferencia de trato que se da.
R. Tiene razón. Se dan estas situaciones, pero en Egipto, Líbano y Jordania, hay muchas iglesias.
P. Desde hace siglos, señor Musa. En continuo retroceso.
R. No creo que sea así. Y desde luego no en Egipto. Pero en todo caso, si existe un conflicto de este tipo, tenemos que plantearnos en diálogo los agravios. No se trata de una iglesia o una mezquita. Es cuestión del trato.
P. ¿Han fracasado las organizaciones internacionales?
R. Mire, las organizaciones internacionales no estábamos preparadas para estos cometidos. Pero después de la caída del muro, del fin de la Guerra Fría, hubo quienes necesitaban un enemigo al que disparar. Así comenzó la cosa, y después llegó el 11 de septiembre. ¿Quién disparó primero? Aquí se separan las opiniones. Podemos remontarnos en los agravios indefinidamente. No sirve de nada.
P. Irán quiere ser potencia nuclear y su presidente tiene la retórica de Bin Laden.
R. El problema no es un Irán nuclear sino la situación nuclear en todo el Oriente Próximo, incluido Irán, Israel y todo aquel que lo pretenda.
P. Señor Musa, sólo hay un jefe de Estado que ha asegurado su voluntad de querer exterminar a otro Estado, y es el presidente de Irán. Esto cambia las cosas.
R. Tiene razón. Pero recordemos que en 1973, en guerra, se abrió cierto arsenal nuclear. Ahora no hay evidencia de que Irán quiera tenerlo.
P. Si lo dicen a diario.
R. No es cierto. Dicen que quieren la energía nuclear y la tecnología. Irán tiene ese derecho. Nosotros [la Liga Árabe] estamos hablando con los iraníes y con los norteamericanos. Y desde luego no creo en una acción militar. No podemos demonizar a Irán, pero también decimos claramente a Irán que no puede ir más allá de ciertos límites.
P. En Palestina todo apunta a que puede haber una guerra civil.
R. La situación es muy grave. Pero hay que buscar salidas y no pasan por acorralar hoy a Hamás. Todo Gobierno merece siempre los cien días. Al Gobierno de Israel se le darán.
P. Mala cosa si Hamás llama cómplice de Israel a su presidente, Mahmud Abbas.
R. Deploro comentarios de ese tipo. Todo esto sólo obstaculiza soluciones necesarias. Pero la cooperación debe ser de todos. La situación es grave. Necesitamos la cooperación de los europeos. Pero necesitamos a Estados Unidos. Nuestros cauces de diálogo con ellos son ahora más fluidos, pero además, y en esto quiero insistir ahora una vez más, EE UU no es nuestro enemigo. Tenemos diferencias políticas. Somos muy críticos con su política en Palestina, pero queremos que quede claro que nosotros queremos trabajar con los norteamericanos por el bien de la región.
P. Y en Irak?
R. También en Irak. Creo que se han hecho avances. Pero no hay que quitar sólo el dolor de cabeza sino curar la gripe.
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