Prohibido 'El código Da Vinci'

La polémica que ha acompañado el lanzamiento de la película El código Da Vinci en todo el mundo ha saltado también en China. Apenas tres semanas después de que fuera estrenada en el país asiático, Pekín ha ordenado que sea retirada de las pantallas. La razón esgrimida oficialmente es que hay que dejar sitio para las producciones locales, según ha dicho un representante de una de las distribuidoras, citado sin dar su nombre por el diario estatal China Daily.

La explicación ha hecho levantar las cejas a más de uno en el país asiático, donde la censura está a la orden del día. Máxime cuando al mismo tiempo Pekín ha anunciado que la tercera entrega de Misión Imposible será estrenada el mes que viene, y ayer comenzó su andadura la taquillera Ice Age: the meltdown. Según el diario chino, El código Da Vinci había recaudado 10,3 millones de euros desde que comenzó a proyectarse el 17 de mayo, lo que llevaba camino de convertirla en una de las cintas más taquilleras de China. Algunas fuentes del sector aseguran que las autoridades no deseaban que el controvertido filme se erigiera en uno de los de mayor éxito de la historia en China.

Otras fuentes afirman que la decisión ha sido tomada después de las protestas de algunas organizaciones religiosas locales, y que los periódicos han recibido instrucciones del Departamento de Propaganda del Gobierno de que no escriban ni una línea más sobre la película. Aunque la Iglesia católica oficial china -que depende del Partido Comunista y no reconoce la autoridad del Papa- se había opuesto al filme, los censores aprobaron su proyección, por lo que ha sorprendido su retirada repentina. La Asociación Católica Patriótica China, organización que agrupa a la Iglesia católica oficial, aplaudió ayer la decisión de poner fin a la proyección. Su vicepresidente, Liu Bainian, aseguró que muchos detalles de la historia de El código Da Vinci van en contra de las enseñanzas católicas y son "ofensivos". La copia de Misión Imposible 3 que se estrenará el 20 de julio se producirá con algunos cortes. La película, rodada en Shanghai, muestra algunos aspectos de la ciudad que, según diversos medios, son perjudiciales para una ciudad que sueña con convertirse en una de las capitales financieras del mundo.

El gobierno de Pakistán también prohibió su exhibición argumentando que la cinta es blasfema para cristianos y musulmanes. El ministro de Cultura, Ghulam Jamal, dijo que los musulmanes creen en todos los profetas y que la película lastimaría los sentimientos tanto de la minoría cristiana como de la mayoría musulmana. Y en India Andhra Pradesh fue ayer el séptimo estado en prohibirla.