Cada uno que viva donde quiera
El foro social de Rivas concluye con la defensa del derecho de los inmigrantes de establecer su vida donde deseen
Abrazos de despedida, maletas estorbando en los pasillos, intercambio de messengers y de e-mails... Los más de 3.000 participantes del II Foro Social Mundial de las Migraciones de Rivas-Vaciamadrid (Madrid) se despidieron ayer después de tres días de debate y lo hicieron con una petición: ciudadanía universal y derecho de cualquier persona a establecerse donde quiera.
El foro concluyó ayer sus jornadas con la reunión de la Asamblea de Movimientos Sociales, formada por las 800 asociaciones que han participado en las jornadas. La asamblea se reunió por la tarde y concluyó, entre otras cosas, que la política migratoria no puede estar al margen de los derechos humanos. Los presentes también exigieron a los países ricos "más compromiso con el fenómeno de las migraciones". Los participantes en el foro han puesto de manifiesto la responsabilidad que tienen los países ricos y la necesidad de que sus gobernantes se comprometan a la adopción de medidas urgentes. "Haremos una movilización mundial una vez al año como elemento de denuncia y redactaremos una Carta Mundial de los Migrantes que se debatirá en el próximo foro", concluyeron los asistentes.
Los asistentes proponen una movilización mundial al año como protesta
Con el foro cerrado, la cuestión pasa porque las conclusiones no se queden en eso, en una simple declaración de buenas intenciones. "Lo que no puede ser es que se haga un foro, se saquen conclusiones y luego no sirva para nada. Es necesario que entre foro y foro haya un comité que controle que las conclusiones se ponen en práctica", reflexionó Enrique Santiago, secretario general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.
Las ONG sólo proponen. Para que la teoría del foro pueda llevarse a la práctica muchos ven necesaria la coordinación con las instituciones políticas. Otros, en cambio, defienden que la reunión de Rivas sea simplemente "un lugar de encuentro, de reflexión y debate", como argumentaron un grupo de universitarios.
En la última jornada, participó Aminata Traore, presidenta del Foro Social de África de 2006 y ex ministra de Cultura malinesa. "Las multinacionales han destruido el tejido social de África y eso ha obligado a mucha gente a emigrar", denunció Traore. "Estamos profundamente impactados por la mala voluntad política de Europa y la estigmatización que está haciendo de los africanos. Los criminales no vienen aquí, están en los hoteles de lujo de nuestros países", denunció la política africana.
En otra mesa, miembros de Cruz Roja y de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado explicaron el ejemplo de convivencia de Talayuela. Esta localidad cacereña de 11.000 habitantes tiene un 40% de población inmigrante, mayoritariamente magrebí.
Las conferencias terminaron y los asistentes se despidieron, entre otros, de los vecinos de Rivas que les han acogido en sus casas durante estos días. La fiesta terminó con un gran concierto. En el estadio de atletismo de Rivas, se reunieron para disfrutar de ello más de 12.000 personas.
Para Anastasia Nze, presidenta de la asociación andaluza Afromujer, lo importante del foro es que "el contacto con la gente que trabaja en lo mismo" y lo peor "que no hay gente de base, inmigrantes con situaciones precarias que puedan contar su experiencia". A estrechar lazos ha ayudado el programa lúdico que se ha desarrollado alternativo a las conferencias.
Dalia Gómez, representante de "los gitanos colombianos" echó en falta la presencia de más gitanos. "Es una de las etnias que más ha emigrado y aquí sólo estamos dos gitanos", criticó en público durante la conferencia de prensa de despedida. Desde la organización le contestaron que las asociaciones romaníes están al tanto de la participación del foro y que no se han inscrito.
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