La herencia de Gades se baila en Madrid

Una parte del legado que el coreógrafo y bailarín Antonio Gades dejó antes de morir se recupera entre hoy y mañana en el Matadero de Madrid (a las 22.00) dentro del programa municipal Los Veranos de la Villa (www.festivalveranosdelavilla.com).

La obra Carmen, que el maestro estrenó en París allá por el año 1983, regresa a un escenario madrileño más de 20 años después para regocijo de los miembros que forman parte de la Fundación que lleva su nombre. La protagonista del espectáculo sigue siendo Stella Arauzo, también directora artística de la compañía Antonio Gades, que bailó con el coreógrafo desde los 17 años y que tomó el relevo a Cristina Hoyos en la interpretación del papel.

"Tengo el personaje grabado a fuego porque estuve siete años viendo cómo los bailaban Cristina y Antonio y después me tocó a mí", rememora Arauzo. "A lo largo de los años he ido incorporando al personaje sensaciones que he vivido y creo que, hoy por hoy, es más rico interiormente, es el personaje que tantas veces Antonio me pidió y que yo no podía darle, por mi juventud", añade.

Lo que no ha cambiado con el paso de los años es la visión que Gades tenía de Carmen "no como una comehombres sino como alguien con un sentido total de la libertad y por la que estuvo dispuesta incluso a morir", al decir de Arauzo.

El resto de la compañía también escenificará el montaje tal y como lo concibió el desaparecido artista. "Nosotros hemos querido conservar la ética y estética que nos dejó Gades, con un espectáculo sin parafernalia, con mucha sencillez y huyendo de la banalidad", apunta la directora artística de la compañía.

Y aunque los medios han progresado mucho desde principios de los años ochenta, el director técnico de la compañía, Dominique You, se ha comprometido "a respetar el minimalismo escénico que pensó Antonio Gades", y que ya aparecía en la película que el maestro rodó con el director Carlos Saura.

El bailarín Adrián Galia se convierte en Don José sobre el escenario, "un personaje que Gades creó a su imagen y semejanza", cuenta. "Son 40 años de baile y de investigación concentrados en un personaje que yo he trabajado muchísimo y que Stella me ha ayudado a materializar", reconoce Galia. "Interpreto una danza limpia y depurada, como la del maestro", añade.

La compañía Antonio Gades está integrada por 34 profesionales entre bailarines curtidos que se empaparon de las enseñanzas del artista, y jóvenes valores ansiosos por hacer acopio de su legado. La encargada de trasladar ese saber de una generación a otra es Stella Arauzo. "Es un trabajo duro pero muy gratificante poder seguir con la escuela de Antonio y transmitir todo lo que viví con él", apunta.

La compañía que el maestro creó en los años sesenta perdió fuelle en 1999, lo que obligó a sus miembros a buscar otros derroteros artísticos. Stella Arauzo se marchó a vivir a Granada, hasta que María Esteve, hija de Gades, la reclamó hace más de un año para dirigir el reflotado proyecto. "Para mí fue un sueño, ya que en Granada no podía compartir mis experiencias con nadie y ahora tengo la oportunidad de rendir mi propio homenaje al maestro enseñando lo que él me enseñó a mí", dice.

Aunque el respeto por la ética y estética de Antonio Gades es absoluto tanto en el montaje Carmen como en los que ya está preparando Arauzo, "cada bailarín tiene su propia identidad y no trata de imitar a nadie", según aclara la propia directora artística de la compañía.