Caperucita feroz
- 1980. Ronald Reagan es presi de Estados Unidos. Su mujer, Nancy, tiene muchos trajecitos, con su etiquetita y todo. El Gobierno español opta por lo contrario a la ley antitabaco. Es decir, abre la verja de Gibraltar. Varios científicos inventan el walkman. Martín Amis señala que este año se inventa también el top less. En Cambio 16, de hecho, para comunicar la formulación del walkman, aparece un breve con una foto de Silvia Kristel en una playa de Cannes, con un walkman y en top less. Lleva tantos inventos nuevos encima que queda redundante. Y redondita. En otro orden de cosas, la canción del verano es Caperucita Feroz, de la Orquesta Mondragón, ETT por la que van pasando músicos y en la que sólo trabajan fijos, aparentemente, Gurruchaga y Popocho, un señor con aspecto de vivir en un motel con su madre.
- Sostiene Gurruchaga. Como cualquier canción del verano Caperucita etc. evolucionaba en estructuras paralelas, explicando nada en concreto. Quizás, la cosa en concreto era Javier Gurruchaga. Un señor que se vestía de señora y que hablaba raro, que gustaba a todo el mundo, como el jamón, y que ofrecía al mundo una cosa nueva. Ofrecía, fundamentalmente, una actitud. Ahora decir esto es como no decir nada. Pero hasta entonces las cosas que pasaban sobre los escenarios eran bastante literales. Lo suyo era raro. Comunicaba. En poco tiempo, consecuentemente, pasó a presentar programas televisivos, en los que empezó a desarrollar un nuevo oficio, cargado de futuro. El de comunicador. Un comunicador es alguien que no hace cosas literales, sino que comunica actitudes. Con el tiempo, en el mundo de la comunicación, los comunicadores se fueron comiendo el mundo, un mundo en el que no hay mucho que decir pero, en contrapartida, hay mucho que comunicar. Esta mañana, a primera hora, los comunicadores viven su edad de oro. Enciendan una radio.
- El humor y la simpatía. El humor ahora es una actitud. Simpática. Hace cuatro días era lo contrario que la simpatía, esa actitud comunicadora. Era el mal café. El cambio se ve en las revistas especializadas. En 1980 sólo queda El Jueves, fundada en el 77. Las desapariciones habían comenzado en el 77, con la bomba en El Papus, tras la aparición de una caricatura de Franco -que no de Mahoma- en la portada. Por favor, una revista por la ruptura política, catalogada como de culto -es decir, sin lectores-, había desaparecido en el 78, por exceso de culto y ausencia de lectores. Nuevas actitudes enviaban al garete un humor que, durante menos de una década, tuvo mucho juego de piernas. El dibujante Carles Romeu fue, tal vez, el que mejor rentabilizó aquel ínterin: "Iba tanto a juicio que, al final, me casé con mi abogada".
- No sé usted. Tengo 15 tacos. Tiro mi vida al viento, etcétera. Me la toco más que un mono... Y me río / practico la actitud de reír, con mi amigo Álvaro. En su habitación escuchamos Radio Tirana, que emite desde Albania perlas como "camaradas españoles, no desfallezcáis: Madrid está rodeado por la guerrilla", que nos hacen reír. Tal vez, de nuestros padres. También pimplamos martinis, leemos a Boris Vian y escuchamos The river. Sus canciones sobre pueblos que fabrican coches y que se quedan sin fábrica de coches nos recuerdan a nuestro pueblo. Apostamos a ver quién de los dos lee primero 100 libros y pilla cacho. Él gana. Si le hubieran visto el careto, comprenderían por qué la pérdida de la segunda apuesta me sumergió en una crisis que sólo superé hace un par de minutos. Vamos al mismo instituto. Descripción de un instituto público, primera entrega: a) en cada clase hay un pollo que imita a Gurruchaga; b) el primer día de clase se vota si se puede fumar en clase. Siempre gana el sí por KO. Luego se vota si también se puede fumar chocolate. Cuando ya está todo a huevo, en el último momento el profe invalida la votación. No nos rebotamos mucho. Tan sólo ofrecemos la actitud de rebotarnos.
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