"Si Ronaldo quiere irse, habrá que aceptarlo"

Mahamadou Diarra es nuevo jugador del Madrid. Y ha costado mucho: 22 millones de euros, diez días de duras negociaciones y que el medio de Malí declarara públicamente su deseo de ser traspasado al club blanco desde el Olympique de Lyon, francés. "Estoy muy emocionado porque mi fichaje ha sido duro, muy duro; sé que no ha sido nada fácil", admitió Diarra, presentado en el estadio Bernabéu por Ramón Calderón, el presidente del Madrid, y Alfredo di Stéfano, el futbolista más emblemático de la historia del club y su presidente de honor. "No me gustó cómo reaccionó el Olympique. Les dije que, si no me permitían venir al Madrid, dejaría el equipo y el fútbol y me volvería a Malí", añadió el jugador. No todo el mundo tiene en cuenta ese esfuerzo. No los dos centenares de aficionados que asistieron desde la grada a su presentación e interrumpieron el protocolo con un mismo grito: "¡Queremos a Kaká! ¡Queremos a Kaká!".

"¡Queremos a Kaká!", prorrumpió la grada ante el centrocampista recién fichado

A Diarra, sin embargo, no le robó el protagonismo el jugador del Milan, la gran promesa electoral de Calderón. Lo hizo Ronaldo. ¿Se va a marchar Ronaldo al Milan? En el Madrid no lo saben. Reconocen la importancia del jugador. Insisten en que el club "no necesita dinero". Y sueñan con una carambola imposible, con el gran golpe, un trueque entre el delantero, de 30 años, y Kaká, un media punta brillante con toda su carrera por delante. "Mañana [hoy] vienen Galliani [ex vicepresidente ejecutivo del Milan] y Braida y yo les voy a recibir porque somos un club educado", explicó Calderón nada más presentar a Diarra, que luego se marchó embutido en su traje al hotel de concentración del Madrid. Hoy podría jugar el Trofeo Santiago Bernabéu contra el Anderlecht.

"No me parece bien que el Milan haya hablado con Ronaldo. Ellos dicen que nosotros lo hicimos con Kaká y lo denunciaron ante la FIFA, pero no es verdad. Además, yo no uso palabras malsonantes como ellos", continuó Calderón, que todavía recuerda que Galliani calificó de "bandidos" a los directivos madridistas por intentar fichar a Kaká.

¿Así que no hay posibilidad alguna de que Ronaldo abandone el club?, le preguntaron los periodistas, un remolino a su alrededor, al presidente. "Vamos a ver la propuesta del Milan", contestó Calderón; "Ronaldo no es transferible, pero hay que escuchar al jugador, que tiene una oferta muy importante. Él me ha dicho que quiere acabar su vida deportiva en el Madrid. Capello, en principio, no querría prescindir de él en ningún momento. Escucharemos la propuesta del Milan. Si Ronaldo quiere dejarnos, tendremos que aceptarlo". ¿Propondrá un trueque por Kaká? "El Milan sabe que nosotros no necesitamos dinero. Y cambiar a Ronaldo por Kaká no estaría mal", cerró.

El que Kaká ocupara la mayor parte del tiempo en el día de la presentación de Diarra representa la disyuntiva ante la que se encuentra el club. El Madrid está armando un equipo compacto, con cemento en el centro del campo, gracias a las incorporaciones de Emerson y Diarra, señalado por Fabio Capello, el entrenador, como la clave de su proyecto. Pero preocupa la falta de filtradores, de futbolistas capaces de dar el pase definitivo. Para eso se espera a Kaká. Y para eso, a día de hoy, el Madrid sólo tiene a Guti. "Es un jugador importante", reconoció ayer Capello; "tiene calidad, un espléndido pase en vertical y capacidad para regatear al hombre". El técnico había ido incluso más lejos al cierre de la concentración de pretemporada del Madrid, en Irdning, que acabó con el canterano lesionado en una mano. "Es un problema", admitió.

Mientras se cierra el capítulo del fichaje de Diarra y se abre el de la posible venta de Ronaldo, el Madrid sigue buscando salida a los descartes de su técnico. De ellos dependen los nuevos fichajes. "Puede haber alguna sorpresilla de última hora", adelantó el presidente; "pero depende de los descartes. Mijatovic [el director deportivo] y Capello dicen que podría haber alguna incorporación más". La razón: Calderón reconoce que se mostró "preocupado" por la derrota del Madrid ante el Villarreal en el Trofeo Carranza (1-0) y que sólo tras hablar con su técnico, que le explicó que eran simples cosas de la pretemporada, se quedó "tranquilo".