Truncado el Camino de Santiago de dos misioneros seglares

Dos misioneros seglares burgaleses fallecieron en el accidente de tren en Villada (Palencia) mientras hacían el Camino de Santiago. Julián Campo (primo carnal del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera Campo) tenía 50 años y llevaba 10 como cooperante en el proyecto de la Madre Teresa de Calcuta en India. Era un hombre corpulento y de gran envergadura física, que regresaba unas semanas cada año a Burgos extremadamente delgado y con una barba larga y poblada. Había dejado atrás los negocios familiares, comercios y establecimientos hosteleros. Alardeaba entre sus más cercanos del "honor" de haber podido conocer a la madre Teresa de Calcuta, un hecho que le marcó profundamente y que le llevó a quedarse en un suburbio de Calcuta donde viven medio millón de pobres.

El otro era José Manzano. Tenía 51 años y también había ejercido durante años como cooperante en Calcuta, aunque últimamente estaba en Etiopía realizando labores humanitarias. Era miembro de una familia de 10 hermanos que en 1988 sufrió otra tragedia: una de sus hermanas, Rosa de Lima Manzano, entonces directora general de Tráfico del segundo Gobierno de Felipe González, falleció cuando viajaba de Madrid a Palencia en helicóptero al final de una operación especial de tráfico.

Ambos cooperantes se conocían desde niños y tuvieron vidas paralelas. También compartían la pasión de recorrer el Camino de Santiago y aprovechar la mayor parte del tiempo que permanecían cada año en Burgos en atender el albergue de peregrinos de Castrojeriz (Burgos).

Precisamente el tren les llevaba allí donde habían quedado para cenar con unos amigos antes de iniciar una nueva etapa como cuidadores. Regresaban de recorrer durante varios días parte del Camino de Santiago Inglés. Para la alcaldesa de Castrojeriz, Beatriz Francés, "eran dos vecinos más de la localidad, volcados siempre en ayudar a los demás sin perder la sonrisa".

Fallecidos

Su muerte ha provocado una mezcla de sorpresa y dolor entre los vecinos, que apenas dan crédito. De hecho, ayer, el comentario generalizado entre familiares y amigos hacía referencia a los riesgos que habían corrido en sus misiones de ayuda humanitaria. Incluso estaban pensando en espaciar más sus viajes a los países donde prestaban esta ayuda debido a su desgaste físico por las penurias sufridas durante años.

En la mañana de ayer, la Delegación del Gobierno en Castilla y León facilitó los nombres de los seis fallecidos: Mercedes Fernández Martínez, de 22 años, vecina de Ourense; Santino Manzano Gete, de 51 años, de Burgos; Julián Campo Fernández, de 50 años, vecino de Burgos; Estanislao Rodríguez Galloso, de 69, y su esposa, María Luisa Fernández, de 65 años, ambos de Monforte de Lemos (Lugo) y el ciudadano francés Antoni Fernández.