"La ironía es una herramienta; el sarcasmo, un arma"
"Más que saber qué somos, sabemos lo que no somos. Nos definimos por negación". Lo aseguran Manolo y Genís, las dos partes de ese todo que responde por Astrud. Prosiguen: "No somos famosos, no somos petardos; para la mayor parte del público no hacemos pop de consumo y sabemos que el éxito no es lo normal en la carrera de un artista". Si éxito consiste en salir regularmente por la tele y ser reconocido por la calle, en efecto, Astrud no es un grupo de éxito, "pero si tener éxito es hacer lo que deseas, cuando deseas y sin por ello dejar de sobrevivir razonablemente, pues entonces sí, tenemos éxito", razonan. En esto llevan desde finales de los noventa, tiempo suficiente para haber editado cinco discos y cuando menos generar curiosidad por lo inusual de su propuesta.
"No somos famosos, hacemos pop de consumo y sabemos que el éxito no es lo normal en la carrera de un artista"
"Una buena canción es la que no regurgita lo mismo de siempre sólo cambiando el ritmo"
Y por un discurso que se fundamenta en "tratar de hacer aquello que no hacen los demás, procurar ser como somos nosotros e intentar que nuestras canciones no suenen como las demás". Hasta aquí, nada que los diferencie de cualquier otro grupo de pop. Prosigue Manolo, el gaditano cantante y compositor de Astrud que llegó a Barcelona como estudiante: "Luego resulta que tengo mis manías, que forman un camino como por negación en el que te quedas y por el que, aunque resulte estrecho, vas tirando para delante". Traducción: canciones de pop sólo aparentemente vacuo, con melodías imaginativas y letras que escapan de los lugares comunes gracias, entre otras cosas, a una elevada carga de ironía: "La ironía es una herramienta para crear cierta distancia participativa; el sarcasmo es un arma, preferimos lo primero", aclara Genís.
Genís es barcelonés y tiene una poderosa imagen ambigua. Toca el teclado y lanza bases de ritmo. En escena se muestra hasta casi desdeñoso desde lo alto de sus tacones de zapato femenino, mientras que Manolo suele mantener hierática su actitud de distante funcionario del escenario. "Es para evitar todos los lugares comunes que se generan en las actuaciones, para no tener que fingir esa proximidad y contacto directo con el público dictados por la costumbre, para ser éticos y honestos con nosotros mismos, para no engañar". ¿Engañar? "Sí, detestamos ese truco mezquino fruto de la pereza y de la falta de impulso creativo. Aunque se interprete mal en muchas ocasiones, la honestidad y la ética nos parecen necesarias aun manejando la frivolidad".
Pero Astrud engañan. Lo hacen titulando uno de sus discos Gran fuerza, nombre obtenido no de la épica, sino del restaurante chino donde solían comer en una época; engañan guiñando el ojo con su fachada de frivolidad; engañan explicando en sus canciones más cosas de las que parecen y defendiendo al mismo tiempo que el pop no trasciende más allá de sus propias fronteras. "No escribimos como Gloria Fuertes y no componemos como Carmelo Bernaola; simplemente, somos artistas de pop y nos limitamos a hacer canciones para alegrar a la gente". Una mentirijilla, como la que les hace parecer despreocupados al titular uno de sus discos Todo nos parece una mierda, o como la de parecer un grupo que lo tiene todo estudiado. "Quien nos conoce, sabe el dinero que tenemos, por dónde nos movemos y que no existe asesor de imagen. Saben que todo es una falacia y un gran mérito de Genís y mío para engañar a la gente", asegura Manolo antes de proseguir. "Es un engaño gratis, divertido, una broma expuesta a las claras, como pintar una puerta en la pared y fingir que es real".
También tienen fama de ser un grupo ocurrente, "aunque antes nos preguntaban buscando respuestas ingeniosas y ahora, rompiendo la magia de las entrevistas, nos piden que reflexionemos sobre las respuestas ingeniosas". Entienden que una buena canción "es la que no regurgita lo mismo de siempre sólo cambiando el ritmo, la que muestra un punto de vista personal". Les emocionan grupos como The Magnetic Fields, piensan que la originalidad está sobrevalorada y durante este verano "hemos tocado en muchas fiestas mayores que ahora se llaman festivales independientes de tal o cual ciudad". Van dando forma al que será su nuevo disco, y entretanto, su personalidad se muestra hasta en su web, donde falta la biografía y sin embargo figura un obituario.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.