Condenada una farmacéutica por las secuelas de un medicamento
El Juzgado de Primera Instancia número 12 de Barcelona ha condenado al grupo farmacéutico Sanfi-Aventis a indemnizar a tres mujeres por los efectos secundarios que les produjo el medicamento Agreal, indicado contra los sofocos de la menopausia. La sentencia considera que existe un nexo causal entre las secuelas que sufrieron las mujeres (depresiones, temblores y problemas de coordinación) y la ingesta del fármaco, que fue retirado del mercado en septiembre del año pasado. El Agreal sigue a la venta en 30 países, entre los que se encuentran Francia, Italia y Bélgica.
La sentencia es recurrible ante la Audiencia de Barcelona. En diferentes juzgados existen otras cuatro demandas presentadas por algunas de las 2.000 mujeres que podrían estar afectadas. El próximo lunes se iniciará el segundo juicio, también en Barcelona. La primera demanda ahora resuelta fue presentada por 18 mujeres.
Sanofis-Aventis afirma que el fármaco "es eficaz y seguro cuando se utiliza correctamente en las indicaciones aprobadas" y cree que la sentencia "ha corroborado en gran parte esta convicción". La farmacéutica destaca que la Justicia sólo ha indemnizado a tres de las 18 denunciantes, no descarta recurrir la sentencia y reitera su firme convencimiento en la seguridad del producto.
Suicidio de una afectada
Las indemnizaciones otorgadas son de 7.531 euros para Josefina M. V., de 6.871 euros para los familiares de Elisabet P. V., que acabó suicidándose a causa de las depresiones que sufría, y de 5.721 para Natalia P. P. En el primer caso, la mujer tiene ahora 64 años y estuvo tomando el Agreal durante cuatro. La juez considera que no debe descartarse la vinculación entre ese hecho y los síntomas neurológicos que presentaba, así como con los movimientos bruscos que realiza con la lengua. La sentencia destaca que ésa es "una de las reacciones adversas no previstas en el prospecto" del medicamento y que puede ocurrir después de un tiempo prolongado de tomarlo. La sentencia añade, además, que "según se ha visto" en el juicio, el período de medicación "no debía superar los seis meses".
En el caso de otra mujer, la sentencia indica que existe relación entre la toma del medicamento y el "temblor de actitud con leve rigidez" que le fue diagnosticado y que mejoró al retirársele. En el caso de la mujer que se suicidó, de 53 años, la juez estima que la farmacéutica no es responsable civilmente, pero añade que las graves depresiones que sufrió la mujer es un ejemplo de los "escasos supuestos" que se pueden producir si se deja de tomar el medicamento.
El portavoz de las mujeres, Victoriano Fernández (marido de una afectada), calificó ayer la sentencia de "salomónica" y criticó los inconvenientes que estaban teniendo para acceder a las historias clínicas, un documento clave para sustentar sus reclamaciones.
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