De la vanguardia de Laurie Anderson al pop salsero de Marc Anthony

No hay estilo musical que domine la semana. Ninguno prevalece sobre los demás y se puede ir del pop latino de Marc Anthony a la vanguardia de la visionaria Laurie Anderson, pasando por las intrigantes composiciones de Yann Tiersen, el rock atormentado del argentino Gustavo Cerati, o la vuelta del cantautor madrileño Manolo Tena, y como arranque de un nuevo ciclo en el teatro Bellas Artes.

- Salsa nueva. El puertorriqueño Marc Anthony parecía destinado a convertirse en el rey de la salsa y recorrer el camino que habían trazado artistas como Héctor Lavoe, Eddie Palmieri y el mismo Tito Puente. Si embargo, el pop comercial se cruzó hace tiempo en ese camino y Marc empezó a dedicarse a él para ir abandonando poco a poco los ecos tropicales. En sus discos ofrece ahora las dosis justas de las dos cosas, combinando el español y el inglés, y ha llegado a grabar las mismas canciones en versión salsera. En febrero de 2005 dejó a sus incondicionales madrileños con la miel en los labios al abandonar su concierto a poco menos de la hora de su inicio.

- Con primor. Al francés Yann Tiersen se le aprecia en la ciudad y ahora llena los lugares donde actúa, y no sólo por ser el autor de la banda sonora de la deliciosa película Amelie. Tiersen hace música con primor y sus conciertos son tan variados que el boca a oreja ha hecho el resto. Hace apenas tres años la sala Aqualung registró media entrada, en el Festival de Otoño del año pasado las entradas se agotaron con mucha antelación, lo mismo que pasó este año en La Riviera, adonde ahora regresa. Aborda el piano con intriga, la melódica, el violín, el acordeón y la guitarra eléctrica. Va del rock más rasposo al vals más tierno.

Menos conocido en España resulta Gustavo Cerati, todo un ídolo en su país natal, Argentina. A su manera, es otro primoroso incomprendido. Se dio a conocer en Soda Stereo, una de las bandas más importantes del rock en castellano. Seleccionado en varias categorías para los premios Grammy latinos de este año, Cerati ofrece dos conciertos en Madrid a cuenta de su disco en solitario Ahí vamos. Rock de alta intensidad emocional con un punto afligido y otro surrealista.

- Exquisitos. La neoyorquina Laurie Anderson trae a Madrid su intimista espectáculo The end of the moon. Con él arranca la parte musical del Festival de Otoño, que alcanza este año su vigésimo tercera edición. Relacionada en tiempos con Lou Reed y todo el ambiente cultural del Nueva York más cosmopolita, la Anderson es una creadora inconmensurable. Poeta, compositora, fotógrafa, cineasta, cantante, instrumentista, diseñadora virtual... sus puestas en escena caminan de la vanguardia a la exquisitez. A medias entre el teatro y la música, en The end of the moon la genial artista aparece en solitario, con un violín y arropada por la electrónica, para exponer sus puntos de vista sobre la espiritualidad, la guerra y el consumismo.

Del Festival de Otoño también es protagonista el italiano Vinicio Capossela, que presenta dos días después de Laurie Anderson y en el mismo lugar su disco Ovunque Proteggi. Con su punto histriónico e irreverente, Capossela es también un ídolo en su país, pero un perfecto desconocido en España. Siempre se ha caracterizado por su carácter arriesgado y espíritu abierto, pues no duda en mezclarse con el jazz, la música tradicional italiana, los ritmos étnicos y la electrónica más futurista.

- Por el rock. La revista musical Rockdelux ha vivido ya en tres décadas, y siempre se ha caracterizado por estar en primera línea a la hora de descubrir nuevos talentos y corrientes en el rock contemporáneo. Ahora ofrece un fin de semana intenso con un festival entre Madrid y Barcelona, donde los artistas se alternan en una ciudad y otra, intercambiando el cartel entre el viernes y el sábado. Dos noches con rock alternativo, pop independiente y sonidos electrónicos a cargo de artistas como Micah P Hinson, Casiotone for the Painfully o Harlan T Bobo.

En el nuevo rock británico andan ¡Forward, Russia!, la banda de Leeds que le toca ahora ganarse los piropos más rimbombantes de la crítica especializada inglesa. Ya se sabe lo que eso dura, por eso es bueno ver antes de que caiga en desgracia a este grupo que hace certero punk con melodías, rabia posadolescente y estribillos pegadizos y reconocibles.

Pero antes, entre otras muchas ofertas, se habrá podido reencontrar hoy mismo el viejo Manolo Tena con sus seguidores madrileños, y también se habrá disfrutado del poderoso pop de guitarras de los americanos Giggolo Aunts, el grupo que pasó al inglés en una estupenda versión la célebre Chica de ayer, de los añorados Nacha Pop.