José Quiroga Suárez, presidente de Galicia en la preautonomía

José Quiroga Suárez era, según se definió una vez, "de esos gallegos antiguos que nacían, merodeaban, ejercían y se morían en el mismo sitio". Profesional y políticamente tampoco se movió apenas de su lugar. Era médico, hijo del médico José Quiroga, y desde 1943, recién licenciado y desechando una más que probable carrera académica brillante, heredó su consulta. Trabajó en ella durante más de medio siglo, e incluso la atendía los sábados cuando ocupó cargos en el Gobierno gallego. Descendiente también de una tradición familiar de diputados conservadores-liberales, al abrigo de la Ley de Asociaciones que concedió el tardofranquismo, fundó Acción Política Orensana, una de las piezas del rompecabezas que acabó siendo la Unión de Centro Democrático (UCD).

Fue el senador gallego más votado en las elecciones de 1977, y mantuvo su escaño en la Cámara alta hasta 1986, cuando su partido vio menguada su representación hasta el punto de tener que acogerse en el Grupo Mixto. Su militancia centrista le hizo participar también en la llamada Operación Roca de creación de un Partido Reformista en toda España. Pero la mayor proyección política de Quiroga se dio en Galicia, y no para su fortuna. En el proceso de restauración de la autonomía cercenada en 1936, UCD, mayoritaria en Galicia, desestimó la opción de designar presidente a un representante del galleguismo histórico y, después de haber barajado la opción de Pío Cabanillas, nombró a un dirigente propio, Antonio Rosón. El intento del Gobierno de Adolfo Suárez de aprobar un Estatuto sensiblemente inferior al catalán y al vasco, provocó una rebelión popular y política, a la que se sumó parte de UCD, y que provocó la caída de Rosón.

A José Quiroga le cupo la honra de ocupar el cargo y le cayó el sambenito de suceder a un político castigado por defender los intereses de Galicia. En lo estrictamente material, aquel Gobierno preautonómico no era gran cosa. El entonces presidente recordaba que en una ocasión tuvo que avalar personalmente un préstamo bancario de ocho millones de pesetas que había solicitado la institución. También el estupor generalizado que causó en sus consejeros su decisión de concederles una partida de 25.000 pesetas (anuales) para gastos de representación.

Con todo, el segundo presidente de Galicia fue uno de esos políticos con la trayectoria marcada por una frase desafortunada. "Que UCD pierda la mayoría sería casi como cambiar el rumbo del Amazonas", dijo en la campaña de las elecciones autonómicas de 1981 en las que, sorprendente pero contundentemente, UCD perdió la mayoría. Él aseguraba que nada empañaba la satisfacción de haber sido el presidente que aprobó el vigente Estatuto. Ayer, el Consejo de Gobierno de la Xunta expresó su reconocimiento a la labor política de José Quiroga y "el más profundo pesar" por su fallecimiento.