La CEOE pone rumbo a la sucesión
Cuevas moderniza la operativa de la patronal y se asegura un relevo ordenado en la presidencia
La patronal que representa a los empresarios españoles del siglo XXI ha vivido, según sus estatutos, en un mundo sin euro y sin Constitución. Bajo la batuta de José María Cuevas, presidente de la CEOE desde hace 22 años, la organización no ha visto necesario hasta ahora modernizar la pequeña carta magna que marca su funcionamiento, y que data de 1977. Sólo a título de ejemplo, sobre el papel no se concebía que pudieran existir organizaciones autonómicas de empresarios. La CEOE iniciará una nueva etapa cuando su asamblea vote los nuevos estatutos, el 15 de noviembre. La reforma coincide con el séptimo mandato de Cuevas y en ella, por primera vez, el presidente abre la puerta a no agotar su actual mandato. Ha atado bien su sucesión.
Cinco empresarios de renombre entrarán en la cúpula directiva y darán otro aire a la institución
Hace unos meses, el propio presidente había excluido de la agenda el discurso de la renovación enarbolado desde la patronal catalana. Los cambios se han acometido una vez ya era segura la reelección de Cuevas, el pasado 16 de febrero, de nuevo sin rival. Juan Rosell, presidente de Fomento del Trabajo, preparó el terreno pero no llegó a presentar candidatura.
Ante la invitación de la CEOE a mojarse sobre los cambios necesarios, sólo 50 de 210 organizaciones que la conforman recogieron el guante. Cuevas ha considerado buena parte de sus propuestas. La más vistosa que queda fuera ha sido la de limitar los mandatos del presidente. La CEOE dice que sólo dos entidades lo pidieron.
Sin embargo, un cambio que no ha pasado desapercibido es el del artículo 20 de los estatutos: la posibilidad de un relevo anticipado en la presidencia que, hasta ahora, ni siquiera se contemplaba. Sí había una alusión a la circunstancia de que el cargo quedara vacante, y se resolvía sin dar margen al actual presidente para poder controlar el proceso. El comité ejecutivo de la organización debería designar a un sustituto entre los vicepresidentes, cuya única función sería preparar unas elecciones, a más tardar en dos meses. Quien saliera elegido sólo se mantendría hasta que acabara el mandato del presidente precedente.
La cosa cambia ahora. El nuevo redactado sí explicita que la presidencia puede quedar vacante "antes de que finalice su mandato". Y no habla de elecciones, sino de que sean los propios vicepresidentes quienes elijan entre ellos a un presidente para el resto del mandato del anterior (el plazo culminaría en 2010).
Esta fórmula da tiempo a que el candidato elegido se consolide en el puesto y, a la vez, facilita que el sucesor sea una persona próxima a Cuevas. Restringe, además, a 11 (el número de vicepresidentes) los candidatos, todos considerados fieles al actual presidente. Y, en este momento, se cierra el paso a que el nuevo presidente proceda de Fomento. Pese a que la patronal catalana es la que, junto con la madrileña CEIM, tiene mayor peso en la organización, carece de vicepresidencia en la CEOE, desde el encontronazo del pasado marzo con Cuevas a raíz de sus declaraciones sobre la oferta "muy a la catalana" de Gas Natural sobre Endesa. Ambas partes coinciden en que es una anomalía que con el tiempo se resolverá, pero el tiempo pasa y ni Rosell acepta ser vicepresidente ni Cuevas insiste. Los nuevos Estatutos -que recogen casi todas las propuestas de Fomento para hacer más operativa la institución- no fijan un tope máximo de vicepresidentes.
En este contexto, se ha producido la hospitalización de Cuevas, lo que le impidió estar presente en la votación de los estatutos en junta directiva. "Si su salud se lo permite, el presidente continuará hasta el final. El factor salud está ahí", señalan fuentes próximas al presidente. "La sucesión está abierta", remacha el presidente de una patronal sectorial de peso.
Varios miembros de la junta directiva consultados comparten la idea de que Cuevas no permanecerá al frente de la patronal y de su agenda trepidante hasta 2010. En parte, por su salud, aunque el presidente ya tiene el alta médica y en breve volverá al trabajo. Y en parte, porque no ven "gratuita", sino muy pensada, la reforma estatutaria. Otros, los menos, consideran a Cuevas "tocado" por las grietas abiertas con los empresarios vascos y catalanes en marzo pasado.
En la cúpula de las distintas organizaciones que conforman la CEOE no se habla de sucesión. Sí en los pasillos. Todas las fuentes consultadas sitúan en primera línea como delfín al presidente de CEIM, Gerardo Díaz, aunque su socio Gonzalo Pascual (Marsans) también aparece en las quinielas. Otra opción sería la de un candidato de transición muy consolidado -estilo Carlos Pérez de Bricio (por Confemetal), José María Aguirre (por la Asociación para el Progreso de la Dirección) o Arturo Gil (por la patronal FIAB)-.
En todo caso, en la nueva etapa, la CEOE se acercará más a sus organizaciones al aumentar su representación en la directiva, hoy de 108 miembros y en la que sólo están representadas 50 entidades. Podrán reunirse aparte las organizaciones sectoriales y las territoriales, cada una con 90 miembros. El mayor control presupuestario a través de una nueva comisión, la obligatoriedad de auditar las cuentas y la presencia en los órganos directivos de cinco empresarios de notoriedad y trayectoria probadas (que difícilmente aterrizarían en la CEOE a través de sus organizaciones) pueden dar otro aire a la institución. La CEOE, además, se compromete a lavar en casa algún trapo sucio. Su nuevo código de buenas prácticas, que dice copiar de otras patronales europeas, exige "lealtad" interna. Pero, como recuerda un empresario, los estatutos son sólo un papel. Depende de cómo se apliquen.
NUEVOS ESTATUTOS
- No se vota la lista de la junta directiva.
- No hay tope máximo de vicepresidencias. Cepyme tiene una asegurada.
- Si el presidente deja de serlo antes del fin del mandato, su sucesor será elegido por y entre los vicepresidentes. El elegido se queda hasta el fin del mandato de su predecesor.
- La junta directiva puede actuar en pleno, o desdoblarse en una junta territorial y otra sectorial (cada una de 90 miembros).
- Entran en el comité ejecutivo y en la directiva cinco empresarios de prestigio (no podrán participar en procesos electorales).
- Auditar las cuentas es obligatorio. Se crea una comisión de control presupuestario.
- Un nuevo código de buenas prácticas exige lealtad interna en la organización.
ESTATUTOS ACTUALES
- El cargo de presidente y la junta directiva se someten a votación.
- Existe un tope máximo de seis vicepresidentes (aunque hay 11).
- Si la presidencia queda vacante, un vicepresidente ocupa el cargo y debe convocar elecciones en dos meses. El nuevo presidente sólo se mantiene hasta que termine el mandato del anterior.
- Una única junta directiva reúne a 108 miembros de 210 organizaciones que representan a sectores y a territorios.
- El comité ejecutivo lo forman el presidente, los vicepresidentes y los vocales que elija la directiva de entre sus miembros.
- No existe obligatoriedad de auditar las cuentas de la organización.
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