Educación aboga por un currículum vasco consensuado y no excluyente

El consejero de Educación, Tontxu Campos, se comprometió ayer a conseguir el máximo consenso antes de redactar el currículum vasco para la enseñanza obligatoria, tras recibir la propuesta elaborada por las organizaciones representativas de la escuela pública. En una rueda de prensa posterior celebrada en Bilbao, Campos abogó por redactar, "con la participación de todos", un texto que sirva como referente para Navarra y el País Vasco francés. No obstante, el consejero aseguró que el documento final, que estará finalizado el curso que viene, no impondrá "planteamientos exclusivamente políticos o excluyentes".

Campos explicó que el futuro currículum establecerá los contenidos mínimos y los criterios de evaluación de los conocimientos que deben alcanzar los alumnos de la comunidad autónoma al concluir la enseñanza obligatoria. Aseguró, no obstante, que se respetará la autonomía de cada centro para adaptar el currículo básico a las necesidades de su alumnado. El consejero ha invitado a los padres y a las autoridades locales a que participen en el debate y ha emplazado al profesorado a que se convierta en el "motor del éxito" de los nuevos programas.

El currículum vasco deberá, según Campos, garantizar una formación científica y moral que prepare a las personas para actuar como "agentes de cambio de la sociedad". En ese sentido, abogó por el fomento de valores y de la responsabilidad social.

"Una visión propia"

El documento final pretenderá fomentar la conservación de la cultura y la lengua vasca a la vez que transmitir valores humanos y una actitud favorable a la diversidad. La Administración vasca tiene competencia para fijar el 45% de los contenidos educativos, pero Campos afirmó que "nada impide impregnar" el resto de los contenidos de una visión propia.

La transmisión de la cultura vasca y el euskera es también clave en la propuesta elaborada por la federación de asociaciones de padres (EHIGE) y de directores de centros de educación primaria (Sarean) y secundaria (BIHE) de la escuela pública. El documento abre la puerta a que pueda ser "útil para los procesos que se puedan dar en Nafarroa e Iparralde", aunque de forma menos ideologizada que el impulsado por la Federación de Ikastolas, que lo concibe para el conjunto de Euskal Herria.

La escuela pública defiende un modelo educativo con el que el alumnado se socialice y adquiera competencias emocionales e intelectuales, y hace hincapié también en las nuevas tecnologías, las actividades extraescolares y la necesidad de una escolarización temprana. La entrega del documento ha simbolizado la incorporación de la red pública a un proceso que protagonizado hasta ahora por los centros privados. De hecho, el impulso inicial del mismo correspondió a la Federación de Ikastolas y los colegios religiosos, con financiación y apoyo del Departamento de Educación.