Admitida la denuncia del PP contra Patxi López por su reunión con Otegi

El Tribunal Superior de Justicia vasco ha abierto una causa contra el líder del PSE-EE, Patxi López, y el dirigente socialista Rodolfo Ares para investigar un posible delito de desobediencia por la reunión que ambos mantuvieron el pasado 7 de julio en San Sebastián con Arnaldo Otegi y otros dos dirigentes de Batasuna. La Sala Civil y Penal del alto tribunal vasco, que ya ha encausado por el mismo motivo al lehendakari, decidió ayer admitir a trámite la denuncia del PP y la querella del Foro Ermua contra ambos dirigentes del PSE.

Tanto los populares vascos como el movimiento Foro Ermua aseguraban en sus respectivas denuncias que los dos dirigentes socialistas se habían reunido con líderes de la ilegalizada Batasuna y no con personas de la izquierda abertzale. Esta actitud suponía, según ellos, una "desobediencia" clara de la sentencia de ilegalización ordenada por el Tribunal Supremo en marzo de 2003 y un quebrantamiento de suspensión de actividades adoptada por la Audiencia Nacional en enero de este año.

De hecho, en la querella del Foro Ermua se recogían declaraciones a varios medios del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y del propio López en las que hablaban abiertamente en los días previos de la reunión con "Batasuna".

La Sala Civil y Penal, presidida por el máximo responsable del Tribunal Superior vasco, Fernando Ruiz Piñeiro, da por sentado que López y Ares se reunieron con Otegi, Rufi Etxeberria y Olatz Dañobeitia "en nombre estos últimos de Batasuna y no en el suyo propio como personas físicas", según la resolución judicial. Y recuerda el auto, del que ha sido ponente el magistrado que instruirá la causa contra los socialistas, los dirigentes abertzales y contra el lehendakari, Roberto Sáiz, que pese a que el Supremo ordenó el cese de toda actividad de Batasuna y la Ley de Partidos advertía expresamente que su "incumplimiento" daría lugar a responsabilidades penales, "tal circunstancia no determinó la abstención de ninguno de los querellados" de ir al encuentro.

Abunda la Sala, además, en la gravedad del "incumplimiento", ya que Batasuna fue ilegalizada "a causa de su instrumentalización por una organización terrorista". Por eso consideran los magistrados que "resultan verosímiles y revisten, en términos indiciarios, significación delictiva por ser aparentemente constitutivos de posible delito de desobediencia", aunque rechazan incluir el delito de quebrantamiento de medida cautelar en la causa.

La magistrada Nekane Bolado, al igual que hizo en la causa abierta con el lehendakari por su encuentro con Otegi del 19 de abril, emitió un voto particular discrepante. Bolado reitera que la ilegalización de Batasuna "no convierte en ilegal" ni en "delictiva" la decisión de reunirse con los que fueron de ese partido, y niega que existiera en el encuentro el "firme designio de burlar las decisiones judiciales". La juez recuerda que la Audiencia Nacional decidió no prohibir la reunión dos días antes al no ver una "finalidad delictiva".

Ares negó en los pasillos del Parlamento que él o López hubieran cometido ninguna ilegalidad y puso de manifiesto la tranquilidad de ambos, informa Isabel C. Martínez. El portavoz del PSE acusó a los querellantes de mantener una continuada actitud "antisocialista" y consideró como política de "acoso" la actitud del PP. Los populares, dijo, quieren "una democracia carcelaria" para quienes no comparten sus planteamientos.

El líder del PP, Mariano Rajoy, mostró su satisfacción y dijo: "En democracia, por encima de la ley no hay nada ni nadie. Ni Patxi López, ni el señor Zapatero ni siquiera el jefe del Estado". Fuentes de la Presidencia vasca consideraron "inadmisible" la decisión y destacaron que supone "persistir en el error" iniciado al encausar a Ibarretxe por reunirse con Otegi.