Una superestrella en formación

El círculo íntimo de Rafa Nadal, su tío Toni y su fisoterapeuta, Rafael Maimó, explican cómo ha preparado el español el primer Grand Slam del año, sus secretos y lo que le falta por mejorar. Un entrenamiento que no ha incluido ningún día libre y que se ha desarrollado en Manacor, el pueblo del tenista, en la pista de un vecino que se parece a la superficie sintética de Melbourne. "Mi método es repetir, repetir y repetir", dice el entrenador del jugador, que reconoce que su gran laguna, a pesar de sus dos Roland Garros ganados y de ser el número dos del mundo, es tener "más golpes ganadores". Los objetivos confesos del mallorquín son quedar entre los ocho primeros y ganar "algún grande".

Se ha entrenado en casa de unos vecinos que tienen una pista similar a la de Melbourne

Nadal: "Estoy en la línea de ser un sacador; bueno, no, de tener un saque bastante bueno"

Toni: "Rafa está hecho en tierra. Ahora hay que reconducirle a un juego más agresivo"

"Hay que tener cuidado con los cambios. El lema es: 'Si no está roto, no lo arregles"

Rafa Nadal vive atrapado entre su currículum y su DNI. Su lista de méritos dice que ha ganado dos veces Roland Garros. Que es el número dos del tenis mundial. Un tipo poderoso y respetado en el circuito, que le señala como uno de los favoritos del Open de Australia, que comienza hoy. Nada de eso, sin embargo, le importa a Toni Nadal, su tío y entrenador. Para Toni, Rafa es "un chico en formación", un porvenir con un gran presente. Toni mira el DNI y dice que su sobrino tiene sólo 20 años. Que tiene margen de mejora. Y, que si no ha tenido vacaciones, que si no ha descansado desde que acabó el torneo de maestros de Shanghai, en noviembre, es porque siguen un mantra, una ley que resume en nueve palabras el universo de los Nadal: "No creo en las vacaciones. Creo en el trabajo".

Agarrado a ese sistema, ni un día de descanso programado, pocas horas de trabajo pero muy intensas, Rafa ha preparado su asalto al primer grand slam del año. Para muestra, su calendario: el fin de año lo pasó en India, donde disputó el torneo de Madrás. También el día de Reyes. Tocaba irse aclimatando al cambio horario (10 horas) y de temperatura (una media de 20 grados) que separan España y Melbourne. Nada se ha dejado a la improvisación: Nadal ha ensayado en el tipo de pista sobre el que jugará en Australia. Ha trabajado para aumentar la agresividad de su juego, lastrado a última hora por una contractura en el abductor derecho que le obligó a retirarse la semana pasada del torneo de Sidney "por precaución". Y, por boca de su tío, ha apostado muy fuerte sobre sus posibilidades en Australia.

- Los cambios. "Hemos intentado la mejora lógica en un chico de 20 años, principalmente el saque, que es en lo que está más flojo", explica Toni Nadal. "También hemos trabajado el golpe definitivo de drive. No se debe exagerar el tema de los cambios: es el proceso lógico de un joven en formación que quiere mejorar en lo que está peor, que es el juego de ataque, la volea, el saque...", continúa; "con una técnica mejor te cansas menos". Por la cabeza de los Nadal, sin embargo, se pasea la larga lista de tenistas que perdieron sus mejores golpes buscando mejorar los más débiles. "Nos ha ido bien así", reconoce Toni; "hay que tener cuidado, que por algo es el número dos del mundo. Mi lema es: 'Si no está roto, no lo arregles".

- El 'drive'. "El tipo de juego de Rafa está hecho en tierra", explica Toni; "de joven, era más agresivo, pero, al entrar rápido en la ATP, los golpes que eran buenos con los júniors dejaron de serlo. Pasó con su drive: empezó a cambiarlo, a darle más efecto, para jugar con gente como Coria. Ahora, sin exagerar, hay que reconducir el juego a parámetros más agresivos. Debe buscar la pelota un poco antes. Quiero que dé el drive para abajo. Le pido que sea más resolutivo y que use menos efecto, sobre todo en pista rápida. Si un peloteo dura seis golpes, tiene que intentar que dure uno menos".

- El saque. "Mi método es repetir, repetir y repetir", dice el entrenador de Nadal, que ha adelantado el momento del golpeo y ha aumentado la altura a la que se lanza la pelota para sacar; "el trabajo de saque no se puede considerar trabajo normal porque es de aprendizaje, una hora en la pista, no tres o cuatro horas de entrenamiento. El entreno no puede estar al mismo nivel que el aprendizaje. Ahora saca muy bien en los entrenamientos. Eso no es lo mismo que en los partidos: ahí es un tema de confianza y decisión, porque ir cambiando el movimiento aprendido genera inseguridad. El saque vendrá paulatinamente y le iremos añadiendo cosas. En un partido complicado es más fácil volver al saque de antes: más vale malo conocido que bueno por conocer".

- La visión de Rafa. Nadal se mostró esperanzado tras su primer partido en el torneo de Madrás: "Estoy contento con cómo evoluciona mi saque. Creo que estoy en una buena línea para terminar mi carrera siendo un sacador. Bueno, no; para tener un saque bastante bueno". Antes, diagnosticó un problema: "Fallo pocas bolas, pero a veces me faltan golpes ganadores".

- Sin vacaciones. "No creo en las vacaciones, creo en el trabajo", insiste Toni; "si uno está agotado mentalmente, como le pasó a Rafa tras Wimbledon, ahí, sí. Por eso estuvo ocho días sin jugar. Pero cuando volvimos de Shanghai no estaba cansado mentalmente y si esperas diez días a ponerte en marcha ya tienes el primer torneo del año encima. Dedicamos diez días al golpeo del saque. Para mí, eso es un descanso. Para mejorar necesitas un periodo largo de tiempo: sin trabajo puede hacerlo Federer, que es un fenómeno, pero no los demás. Y, con mucho descanso, luego cuesta ponerse en marcha. Lo bueno es que sean periodos cortos y constantes: jugar tres o cuatro torneos y luego descansar tres o cuatro días es bastante". "No hemos estado ni un día de vacaciones", coincide Rafael Maimó, el hombre que acompañará este año a Nadal por el circuito, su fisioterapeuta y la mano derecha de Joan Forcades en la preparación física del número dos del mundo: "No había ni un día programado, excepto alguno que hemos decidido parar. Se ha trabajado duro. Más de un día suelto no ha habido. Sólo se ha parado algún día que Rafa quería jugar al golf o estar con sus amigos. El resto, trampeando".

- La pista. "Rafa se ha entrenado en la pista de una finca particular que tiene una superficie parecida a la de Australia, dura, de greenset, y otros días con Carlos Moyà en la de un campo de golf", explica Maimó; "la pista es de unos conocidos y no tiene más de dos años. Aunque no tiene iluminación, es mucho mejor que entrenarse en tierra. La última semana que pasamos en España llovió todos los días, pero nos entrenamos casi todos. Cuando no pudimos trabajar ahí por la lluvia, paramos o fuimos a una pista de moqueta en Calador, a unos 30 kilómetros de Manacor. Ahí Rafa nos dijo que perdía el toque".

- El cuerpo. "Hemos intentado compensar la carga de tenis, porque los entrenamientos de Toni son muy intensos", dice Maimó, el hombre encargado de que Nadal supere la contractura que le obligó a retirarse en primera ronda del torneo de Sidney, la semana pasada, "por precaución". "Le ponemos ejercicios de coordinación y agilidad", continúa. "También buscamos conseguir equilibrio muscular para que las articulaciones estén en el estado ideal: trabajamos el recentraje articular para que luego no sufran", añade en referencia a las tendinitis que periódicamente visitan las rodillas y los tobillos de Nadal; "a nivel de rodillas hacemos ejercicios isométricos y excéntricos de cuádriceps para que el tendón coja consistencia. En pista dura le duele más. Cuando se le inflama, le ponemos hielos y cremas. Es un privilegiado. Tiene un físico envidiable, pero en la realidad no es tan espectacular como en la tele: no parece que le vayan a reventar los brazos".

- El viaje. "Tenemos la ventaja de haber ido a jugar a India y superar ahí medio jet-lag", dice Maimó; "luego, en Sidney, el resto. Más que un tema de qué hacer con el cansancio por la diferencia horaria, es de cómo afrontarlo: hay que dormir en el avión para luego aguantar hasta la noche y estar descansados. La hidratación en el avión debe ser buena. Rafa viaja sin pastillas ni tranquilizantes".

- El Open de Australia. "Francamente, aspira a ganarlo", asegura Toni; "sabiendo que delante está Federer, Rafa está en el bombo de favoritos. Las perspectivas son buenas. Aunque perder el primer día está dentro de lo posible, espero que no de lo probable, Rafa tiene muchas posibilidades. Si empezamos bien aquí, continuaremos bien todo el año". En los torneos previos al Open de Australia, Nadal ha llegado hasta las semifinales en Madrás y se ha retirado en la primera ronda en Sidney.

- La apuesta. "En Australia estará jugando bien del todo", avisa Toni; "el objetivo básico de la temporada es el torneo de maestros de Shanghai, lo que significa estar entre los ocho primeros al final, e intentar ganar un grand slam".