"Capello daba más libertad que Sacchi"

"Míster, llega tarde", le reprocha un chaval a su entrenador. Es un juvenil del Milan. Y quien ha llegado tarde es ni más ni menos que Franco Baresi, de 46 años, 23 de los cuales jugó con el Milan, con el que disputó 716 partidos. Ha transcurrido ya una década desde que dejó el fútbol. Hay un cierto tono nostálgico cuando habla de su carrera. Su característica forma de correr con los brazos bajados no ha cambiado ni ahora que es entrenador.

Pregunta. ¿Cómo es la vida de un ex futbolista?

Respuesta. Al principio, difícil. Tienes que estar preparado mentalmente y buscar algo alternativo que te llene. Mi caso no ha sido traumático porque he seguido vinculado al fútbol. Empecé como directivo y ahora soy entrenador.

"Hoy el fútbol es menos espectacular, pero más táctico. Ya nadie tira el fuera de juego"

"El Balón de Oro nunca me preocupó demasiado. Siempre lo ganaba Van Basten. Era la única desventaja de jugar con él" "No sé por qué en España, donde se juega bien, no se ganan títulos de selección. Quizá sea porque no sienten la camiseta como los italianos"

P. ¿Recuerda algo del día después de su adiós al fútbol?

R. No. Recuerdo el partido de despedida. Reunieron a mucha gente... ex compañeros de equipo, y también adversarios a los que me enfrenté durante toda mi carrera. Fue muy bonito. San Siro estaba llenísimo. Me emocioné tanto que no pude evitar llorar.

P. Aquel partido fue en 1997 ¿qué ha cambiado en el fútbol?

R. El fútbol sigue siendo un espectáculo de masas. Ha cambiado en la velocidad y en la organización. Hay más equipos mejor organizados y que practican un juego donde es muy importante el factor mental.

P. ¿A qué se refiere?

R. Puede que los partidos sean algo menos espectaculares pero son más tácticos. Por eso creo que estamos volviendo a ver al futbolista técnico, al que en Italia se llama fantasista. Además, antes se utilizaba mucho más el fuera de juego. Nosotros, en el Milan, por ejemplo, lo utilizábamos muchísimo. Pero ahora el fuera de juego ya casi no se hace, más que nada porque los otros equipos han inventado tácticas para frenarlo.

P. El líbero, su papel durante más de 20 años, ya no existe, ¿cuáles eran sus funciones en el campo?

R. Yo era un central puro y duro. Cuando empecé sí que jugaba de líbero porque el fútbol de aquel entonces era distinto. Se jugaba marcando el hombre. Lo de jugar en zona vino luego. A partir de ahí mi rol era el de central.

P. Cuando usted ganó su primer scudetto con el Milan, en 1979, Fabio Capello era su compañero, ¿cómo era como futbolista?

R. [Suelta una carcajada]. Bueno, estaba llegando al final de su carrera y yo acababa de llegar... Era inteligente, un centrocampista muy bueno tácticamente. He tenido la suerte de jugar con él y luego de ser entrenado por él. He aprendido mucho de Capello.

P. Arrigo Sacchi, igual que Capello, fue su entrenador durante cuatro años, ¿eran muy distintos?

R. Sí mucho, por su carácter y por su forma de trabajar. Sacchi era muy meticuloso en todas, absolutamente todas las cosas que hacía. Capello te exigía mucho a nivel de disciplina, pero también te daba más libertad en el campo. Sacchi, en cambio, ponía mucho énfasis en los esquemas de juego. He ganado con ambos y ambos han acertado viniendo al Milan en la mejor época del club... así está claro que los entrenadores se convierten en técnicos muy buenos.

P. Capello ha ganado donde ha entrenado, pero ahora en el Madrid está teniendo problemas.

R. Un entrenador no puede ganar siempre. Sé que Capello exige mucho, creo que hay que darle tiempo porque su labor es reconstruir un equipo. No siempre es culpa del técnico.

P. Nada más llegar pidió 50 días de margen...

R. Bueno, puede que haya hablado demasiado pronto. Al fin y al cabo lleva poco más de tres meses en el Madrid. Hay que hacer cuentas a finales de año. De momento, están en la Champions y van bien en la Liga. Puede que la gente se esperara un juego mejor. Capello lo sabe porque ya estuvo en el Madrid. A lo mejor se ha encontrado con jugadores que no son apropiados a su estilo.

P. Maresca se ha convertido en uno de los ejes del Sevilla, Tacchinardi lo fue en el Villarreal. El que está teniendo más problemas es Cannavaro. ¿Usted cree que se debe a que es defensa?

R. No creo. Quizá ha llegado en un momento delicado del equipo. Pero tiene calidad, ha hecho un Mundial extraordinario. Hay que tener paciencia porque si ya es difícil encontrar un jugador que marque las diferencias, es aun más difícil si se trata de un defensa. Necesita el apoyo de sus compañeros de reparto y también del equipo.

P. Ancelotti, Rijkaard, Donadoni o Van Basten entrenan grandes equipos y selecciones ¿Y usted?

R. Es que llevo tantos años aquí en el Milan... Si hubiera la posibilidad me lo pensaría. Pero no es fácil. Empiezan a preguntarte: 'qué equipos has entrenado'. En Italia no es tan fácil como en el extranjero. Allí muchas veces terminas de jugar y te dan la oportunidad de entrenar al primer equipo. Aquí hay que acumular años de experiencia.

P. ¿Qué le ha dejado el fútbol?

R. Muchas cosas bonitas, pero también episodios feos sobre todo fuera de la cancha. La violencia en los estadios, por ejemplo, ha sido y sigue siendo un gran problema. Personalmente el fútbol me ha dado popularidad, me ha enseñado a convivir con los demás, a sufrir; pero también a disfrutar.

P. Cuando dejó el fútbol el club retiró su camiseta con el número seis. ¿Cómo vive la crisis del equipo en los últimos meses?

R. El Milan ha pagado un poco todo lo que ha pasado este verano. Ha sido sancionado con la pérdida de puntos. Todo ha condicionado el mercado de fichajes. Nos ha faltado entusiasmo. Pero estoy convencido de que tenemos posibilidades de llegar lejos en la Champions.

P. ¿Se esperaba un escándalo tan grande como el moggiopoli?

R. No me imaginaba que hubiese semejante cantidad de conversaciones telefónicas con todo tipo de gente. Espero que se haya hecho un poco de limpieza.

P. Cuando en 1980 y 1982 el Milan bajó a Segunda por el escándalo de las apuestas ilegales usted decidió quedarse. ¿Qué opina de la decisión de Thuram, Emerson, Ibrahimovic, Vieira, Cannavaro y Zambrotta de abandonar la Juve?

R. Son momentos y edades distintas. Yo era muy joven. Acababa de empezar y consideré justo quedarme. Además, en el caso de la Juve creo que no podían permitirse a esos jugadores.

P. ¿Mantiene el contacto con Rjikaard?

R. De vez en cuando hablamos. Además de un jugador extraordinario era una gran persona y ahora como entrenador ha demostrado lo que vale. Me gusta cómo juega el Barça.

P. ¿Y los demás españoles?

R. Siempre están dos: el Madrid y el Barça. El Atlético siempre ha tenido equipos que han hecho un buen campeonato. En España siempre se ha practicado un buen fútbol.

P. Sin embargo, la selección no consigue ganar títulos.

R. Es un misterio. No sé que es lo que pasa. Puede que sea una cuestión cultural. A lo mejor los jugadores no sienten tanto la camiseta como nosotros.

P. ¿Va al estadio o sigue el fútbol desde casa?

R. Al Milan me gusta ir a verlo al estadio. Pero bueno, los sillones son tan cómodos que muchas veces me quedo en casa.

P. Cuentan que usted fue descartado tras una prueba que hizo en el Inter porque le consideraron demasiado flaco. ¿Es una leyenda?

R. No lo sé. Es una historia que siempre se ha contado. Es verdad que al primer equipo al que me presenté fue el Inter...

P. ¿No sonríe cada vez que ve todo lo que ha ganado en el Milan y lo poco que logrado por el Inter?

R. Bueno, el destino quiso que yo acabara en el Milan y mi hermano en el Inter.

P. Como jugador ha ganado todo. Menos el Balón de Oro y el Mundial. ¿Cuál le ha dolido más?

R. El Mundial lo gané, pero no como protagonista y la verdad que no es lo mismo

[En 1982 Baresi viajó a España pero debutaría en la selección sólo seis meses después]. El Balón de Oro nunca me ha preocupado demasiado. Siempre ganaba Van Basten. Era la única desventaja de jugar con él.

P. ¿Es verdad que su primer sueldo en el Milan, al que llegó en 1974, era de 10 euros?

R. Cuando empecé no tenía contrato. Luego, cuando me hicieron contrato cobraba entre 10.000 y 15.000 euros anuales.