'Almax' cotizará en Bolsa
El laboratorio catalán Almirall se prepara para salir al parqué antes de final de año
Almirall comienza una nueva era. Tras haber reforzado su catálogo de productos, fruto de una intensa investigación, y de consolidar la internacionalización, el primer laboratorio farmacéutico de capital español, con sede en Barcelona, abre su proyecto al mercado. Antes de que acabe 2007, fármacos como Almax, Airtal, Ebastel o Almográn no sólo se venderán en farmacias, también se podrán comprar en Bolsa.
Almirall necesita dinero para financiar su crecimiento e investigación. La mitad de sus ventas son de fármacos propios
"Hemos sido un alumno aplicado. Hace 10 años nos fusionamos con Prodesfarma, iniciamos la expansión internacional con muchas narices porque empezamos de cero en México, Francia e Italia y ahora salimos a Bolsa. Nos deberían dar una medalla a la empresa que sigue a rajatabla lo que nos dicen los políticos y las escuelas de negocios. Ah y además ¡estamos investigando! 'Oiga, mejor no lo sé hacer', digo cuando voy a Madrid, 'a ver si en lugar de castigarme y bajarme los precios nos ayuda'
[en referencia a las demandas del sector al Ministrio de Sanidad en contra de la reducción de los precios de referencia y la potenciación de los genéricos]".
Quien así se expresa es el presidente de la farmacéutica Almirall, Jorge Gallardo Ballart, cuando se le pregunta por la aversión de la empresa catalana a abrir su capital, bien sea protagonizando procesos de concentración o acudiendo al mercado de capitales.
Almirall ya hace tiempo que, en España, juega en el pelotón de los grandes. Por lo menos en el ámbito de ventas, donde se codea con los gigantes transnacionales Novartis y Sanofi-Aventis por ocupar la segunda posición en el ranking, con el 6% de cuota de mercado. Nadie discute el liderato de Pfizer, que copa más del 8% de las ventas al calor del Viagra.
En cuanto a estructura, es otra cosa. Almirall es la primera compañía farmacéutica de capital español, pero ahora, tras consolidar su expansión internacional y reforzar el porfolio de productos, acaba una etapa, según su presidente. "Necesitamos dinero para seguir investigando y para tener nuevos productos, comprándolos o adquiriendo empresas", explica Gallardo, quien hace medio año lanzaba el mensaje de convertirse en una compañía paneuropea fuerte: "En 10 años, tendría que ser el doble de lo que somos ahora".
Para el analista de Intermoney Valores, Juan Solana, éste es uno de los aspectos más positivos de la salida a Bolsa de Almirall, a falta de conocer el folleto de la operación, "que acude al mercado de valores para financiar su crecimiento".
Lo que se conoce por ahora es que cotizará entre el 25% y el 35% del capital y que tendrá dos tramos: uno mayorista para inversores internacionales y nacionales y otro minorista.
A juicio de Solana, la colocación de títulos de Almirall en el parqué debería compararse con una ampliación de capital (OPS): "Trasladaría el mensaje inequívoco de que busca financiación de verdad, más allá de aprovechar la coyuntura".
Cinco fábricas e I+D
Almirall tiene cuatro centros en España (dos plantas químicas, de donde sale la materia prima, y otras dos de producción) y una en Francia (de producción). Además de seis filiales comerciales: Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Portugal y México, que va como un tiro y donde se está planteando fabricar "en uno o dos años". En total, emplea a 3.700 trabajadores, 500 de los cuales se ocupan exclusivamente de investigación y desarrollo (I+D).
La compañía cerró 2006 con unas ventas de casi 783 millones de euros, un 4% más que el año anterior, "a pesar de que nos bajaron los precios un 2%", refunfuña el ex presidente de la patronal Farmaindustria. Por el momento, no hay cifra de beneficios -en el parqué, la transparencia dejará de ser la asignatura pendiente-; los de 2005 fueron de 91 millones de euros limpios, lo que da una rentabilidad del 12%.
"¿Qué cuánto creo que vale Almirall? Eso lo tiene que decir el mercado, los analistas financieros. De mi boca no saldrá una cifra", dice Gallardo mientras sonríe, que recuerda que en el negocio farmacéutico es fundamental el porfolio de proyectos de investigación, tener productos con vistas al futuro. Y más en el caso de Almirall, en que la mitad de sus ventas proceden de fármacos propios. "Seguimos siendo una compañía de investigación y nuestro futuro está basado en eso, en que nuestros productos tengan éxito", insiste Gallardo.
Nuevos fármacos en cartera
En mayo, inauguró un moderno centro de I+D en Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), con 400 profesionales y una inversión de 120 millones de euros. Ocupa una superficie equivalente a tres campos de fútbol. La inversión prevista en I+D para los próximos cinco años es de 750 millones de euros. Las líneas de investigación de la compañía están centradas en asma, EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), psoriasis y artritis reumatoide.
Los productos estrella de Almirall son Airtal (antiinflamatorio), Ebastel (antihistamínico) y Almogran (antimigrañoso), que copan el 25% de las ventas, además del Almax. Tiene varios proyectos en distintas fases de desarrollo. El más avanzado (en fase tres) se denomina Eklira, para tratar la EPOC.
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