El abogado de dos procesados del 11-M aporta pruebas falsas para implicar a ETA
El albañil de la casa donde se montaron las bombas identifica a los suicidas
La vista oral por el mayor atentado en la historia de España destapó ayer una de las múltiples trampas en las que se sostiene la teoría de la conspiración. El abogado de dos procesados por el 11-M, a los que la fiscalía considera autores materiales de los atentados, utilizó en uno de sus escritos de defensa una fotografía de un temporizador rectangular utilizado habitualmente por ETA en sus bombas para vincularlo al hallazgo de un aparato similar en la calle de la Virgen del Coro, donde se reunían los islamistas vinculados al 11-M. El sumario no incluía el hallazgo de este temporizador de los etarras, sino uno común, redondo, utilizado para lavadoras.
No fue el único descubrimiento de la sesión. Otman el Gnaoui, albañil que trabajó en la casa de Chinchón donde se montaron las bombas, declaró ayer en el juicio que por esa finca pasaron al menos seis de los terroristas que se suicidaron en Leganés al verse acorralados por la policía. Y también reconoció que el 28 de febrero, cuando El Chino cargó su coche en Avilés con más de 200 kilos de Goma 2 ECO, tuvo que viajar hasta Burgos con su automóvil para hacer de lanzadera del vehículo en el que se trasladaban los explosivos.
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