Flores, protestas e igualdad
Valencia se llena de visitantes que se entremezclan con una manifestación y los falleros que desfilan en la ofrenda
Olor a pólvora y buñuelos, música y mucha marcha. Miles de personas patearon ayer la ciudad para visitar los monumentos falleros, un paseo amenizado por las bandas de músicos de los pasacalles. Una marea humana que dejó en el asfalto un rastro de papeles, envoltorios de comida rápida, latas de bebidas...
Por la plaza del Ayuntamiento de Valencia apenas se podía caminar cuando la fallera mayor, Marta Reglero, pidió al pirotécnico que disparara la mascletà a las dos de la tarde. La plaza estaba a rebosar de gente, y por encima de sus cabezas, globos de todos los colores. Los que ofrecían un grupo de vendedores, en forma de animales o con la cara de Micky Mouse, rivalizaban con los de una marca de cerveza. A estos se unieron grandes globos negros con el lema No a la guerra, que unas 250 personas convocadas por el Fòrum Social de València llevaron a la plaza en protesta por el cuarto aniversario del inicio de la "devastación de Irak". Los manifestantes repartieron pegatinas a falleros y a turistas, que en pocos minutos inmortalizaron en sus cámaras fallas, una protesta contra la guerra y los bailes de la geganta de Carmen Alborch, acompañada ayer por tres cabezudos y animada por la música de dolçaines y tabalets.
En el balcón principal del Ayuntamiento se mezclaron, pegados unos a otros como sardinas en lata, comisiones falleras, políticos, deportistas, personajes de la prensa rosa, periodistas... La alcaldesa, Rita Barberá, entrevistada esta semana en Telecinco, colocó en primera fila a la presentadora Ana Rosa Quintana, y dejó detrás, sea por unos segundos, al ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera. Éste disfrutó con la mascletà "lo que no está escrito", aseguró que cuando se lo cuente dará "envidia" al presidente Zapatero, y auguró que la "paridad" llegará al mundo fallero. El presidente del Consell, Francisco Camps, se unió al jolgorio en la falla de Nou Campanar, a su juicio la "tarjeta de presentación en el mundo" de la fiesta.
Por la tarde, comenzó la ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados. Unos 100.000 falleros vestirán en dos días un catafalco de claveles en homenaje a la patrona.
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