El Gobierno moviliza a tres consejerías para que no se venda anchoa de la nueva campaña

El Gobierno decidió ayer echar el resto y forzar su maquinaria para, con la implicación de tres departamentos, impedir que se venda en Euskadi la anchoa proveniente de la campaña experimental en el Golfo de Vizcaya, que comienza el próximo lunes. La decisión entra en conflicto directo con el criterio del comisario de Pesca de la UE, Joe Borg, y con el acuerdo que alcanzaron la noche del pasado lunes los gobiernos español y francés con el beneplácito europeo. La ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, transigió finalmente con la comercialización de las capturas a cambio de que Francia obligase a volver a puerto a los barcos de ese país que ya se habían hecho a la mar.

Los departamentos de Interior, Industria, Comercio y Turismo y Agricultura, Pesca y Alimentación actuarán de forma coordinada para garantizar que la anchoa que pueda entrar desde Francia una vez comience la campaña experimental no se venda en Euskadi. El Gobierno va a intensificar su labor de inspección, de modo que técnicos de Comercio y patrullas de la Ertzaintza, estas últimas en los controles que se efectúen en las carreteras, apoyarán a los inspectores del Departamento de Agricultura y Pesca. Su responsable, Gonzalo Sáenz de Samaniego, anunció esta actuación ayer al término del Consejo de Gobierno, que le dió su visto bueno.

La determinación de impedir la comercialización de la anchoa procedente de esa campaña choca con el criterio expresado ayer mismo por el comisario europeo de Pesca, Joe Borg, quien sostuvo en Bruselas que las capturas podrán comercializarse, porque entiende que así lo reflejó la decisión adoptada por los ministros de Pesca en diciembre al aprobar la campaña experimental. "El acuerdo político de diciembre (...) no prohibe la comercialización de las capturas, tal y como recoge el pie de página que se refiere a la anchoa", señaló Borg, según informa Efe.

Instrucciones comunitarias

Borg envió también una carta a las autoridades francesas y españolas estableciendo las condiciones de esa campaña. En ella les advierte de que deberán "abstenerse de tomar cualquier pedida que pudiera afectar a la comercialización de la anchoa pescada dentro de la campaña experimental".

El acuerdo alcanzado la noche del lunes por los gobiernos español y francés, después de que pesqueros del país vecino se adelantasen a salir a faenar, intercambió su vuelta a puerto por la aceptación de España a la comercialización de las capturas si así lo avala un informe jurídico comunitario.

El Gobierno vasco, sin embargo, defiende su prohibición con el argumento de que se está limitando a cumplir la normativa comunitaria y los mandatos parlamentarios, tanto de la Cámara de Vitoria como del Congreso, que instaron al Ejecutivo central en febrero a prohibir la comercialización. Samaniego apeló también al reglamento que desarrolló el acuerdo de los ministros de diciembre, que indica que queda prohibido "capturar, mantener a bordo, transbordar y desembarcar anchoa".

El consejero pidió al resto de las comunidades que adopten la misma posición.