ELA acusa a las instituciones de "saquear" a los trabajadores a través de los impuestos

El secretario general de ELA, José Elorrieta, acusó ayer a las instituciones vascas de fomentar "vía fiscal un saqueo de las rentas del trabajo". Elorrieta, quien presentó el informe fiscal que cada año realiza la central mayoritaria, aseguró que es una decisión fruto de una política neoliberal en la que no se combate el fraude, se impulsan reformas impositivas para rebajar los impuestos a las empresas y no se reduce el diferencial en gasto social entre Euskadi y Europa. ELA estima que la presión fiscal en el País Vasco supone el 31% del PIB, frente al 19,6% de media de la UE.

Elorrieta, quien ofreció una rueda de prensa en Bilbao junto a Mikel Noval y Julene Gabiola, responsables del informe, reclamó que la fiscalidad se encuentre al "servicio del bienestar social". La central nacionalista se mostró una vez más muy dura con el modelo social impuesto por el Gobierno, que tildó de "regresivo". Así, aseguró que la menor presión fiscal media en Europa y el menor gasto social marchan en paralelo. El gasto social de la UE supone el 27,6%, mientras en Euskadi se queda en un 18,9%, según los datos de ELA, que no precisa a cuántos socios de la UE se refieren sus datos. Elorrieta aseguró que resulta lamentable que en tiempos de bonanza y altos niveles de crecimiento económico el exceso de recaudación no se destine a gasto social, sino a superávit presupuestario.

El dirigente sindical señaló que, mientras que en las rentas procedentes del trabajo, reguladas por una nómina, la posibilidad de fraude es mínima, en las declaraciones del Impuesto de Sociedades "el 56% de las empresas declara una base liquidable negativa o nula". Aseguró que este dato demuestra el "escandaloso fraude" que se produce en este impuesto, y recalcó que dicha situación no se corresponde con la realidad, en un momento en que las empresas están obteniendo grandes beneficios.

Noval destacó que el tipo efectivo del Impuesto de Sociedades en el País Vasco se queda en el 17%, muy por debajo del nominal (32,6%), correlación que los empresarios siempre han rechazado. ELA, como viene haciendo todos los años, criticó la "escasa actuación" de la inspección, que sólo controla "el 1,2% de las rentas". Este hecho, según el propio estudio, queda "lejos de desmotivar al defraudador y anima" a seguir defraudando.

El informe analiza la estructura de la recaudación para concluir que siempre se penaliza al trabajador. Precisa que la recaudación de las haciendas en 2006 se elevó a 12.552,3 millones de euros, de los que el 37,2% provenía del IVA, seguido por el IRPF (29,9%), el Impuesto de Sociedades (13,5%) y los impuestos especiales (10,8%). El texto añade que la mayor parte de la recaudación (53,6%) provino de los impuestos indirectos, mientras que los directos supusieron el 45,6%.

El informe analiza la evolución de ambos desde 1998 y concluye que mientras la presión de los impuestos indirectos, que en 2006 llegó al 9,2% del PIB, se ha mantenido estable a lo largo del periodo, la de los indirectos ha pasado del 9,5% del PIB en 1998 al 10,9% el año pasado, haciendo crecer la presión fiscal total.

"Si es positivo que la presión fiscal total haya experimentado un crecimiento, no lo es que lo haya hecho como consecuencia del aumento de los impuestos directos, ya que al tratarse de impuestos que gravan al conjunto de la población por igual, con independencia de los ingresos obtenidos, supone avanzar hacia un sistema fiscal más regresivo", destaca el estudio de ELA.

Gasto fiscal

El gasto fiscal, las cantidades que las haciendas forales dejan de recaudar en concepto de desgravaciones o exenciones, ascendió a 5.793,5 millones de euros en 2006. El IVA fue el impuesto que mayor gasto fiscal supuso, alcanzando el 50,7% del total; le siguieron el IRPF (32,3%) y el Impuesto de Sociedades (9,1%).

Las rentas del trabajo han aumentado su peso en el IRPF en 2,4 puntos entre 1999 y 2003, mientras que las rentas empresariales, profesionales y artísticas lo han reducido en el mismo porcentaje. La renta media declarada por el trabajo en 2003 ascendió a 18.315,3 euros, mientras que la procedente de actividades económicas se quedó en 11.726,7 euros. Además, siempre según el estudio de ELA, la renta declarada del trabajo ha aumentado en 2.954 euros entre 1999 y 2003, mientras que la de actividades económicas lo ha hecho sólo en 611 euros.