La estrategia de no polemizar
Montilla ha pasado de puntillas sobre las declaraciones de Pasqual Maragall sobre el Estatuto y Rodríguez Zapatero
El destituido Raimon Martínez Fraile ha sido víctima de sus palabras, pero también de la crisis abierta por el ex presidente Pasqual Maragall al cuestionar abiertamente todo el proceso de reforma del Estatuto que él mismo impulsó. Y es que en el Gobierno catalán y en el Partit dels Socialistes las aguas bajan revueltas desde que Maragall rompió su silencio de cuatro meses para afirmar que el proceso de reforma estatutaria "no ha valido la pena" y que había sido "un error" querer dotar a Cataluña de un Estatuto ambicioso sin reformar antes la Constitución. Desde entonces, el Gobierno de Montilla ha intentado poner sordina al asunto.
Si las primeras palabras del ex presidente provocaron ya una tirante reacción del Ejecutivo catalán, que ha hecho del despliegue del Estatuto su principal razón de ser, todavía peor cayeron las palabras del ex presidente apenas 48 horas más tarde. Dijo en la revista L'Avenç que se sentía "traicionado" por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien acusó de haber abandonado la vía federalista para abrazar el "felipismo" y le señaló como principal responsable y obstáculo de no haber podido optar a la reelección.
Desde el primer momento, Montilla, su Gobierno y el PSC decidieron no polemizar con Maragall y no responder a las críticas del ex presidente. De ahí el enfado del presidente ante las palabras de Martínez Fraile, que además resultaron ofensivas.
Tras la dimisión de éste, Montilla volvió a emprender ayer la estrategia de no polemizar con su antecesor. Por eso, en un acto electoral en Igualada, Montilla repitió el fragmento de un discurso que él mismo pronunció la semana pasada en Móra la Nova. Montilla dijo a Maragall que ahora hay que defender el Estatuto y que "el futuro de siete millones de catalanes no se verá condicionado por las frustraciones personales o políticas". "Este país no se guiará por las voces consumidas por el derrotismo", remachó el presidente, también en referencia a la actitud de CiU.
Ya sea por estas palabras o porque no quería añadir más leña al fuego, Maragall optó por no hacer declaraciones ayer tras su visita a Nueva York. El ex presidente asistió a un debate sobre el federalismo organizado por la fundación Catalunya Segle XXI, presidida por la maragallista Carme Valls. En presencia de Maragall, uno de los participantes, Juan José López Burniol, otrora muy crítico con el Estatuto, hizo una encendida defensa de la carta autonómica. "Es uno de los de los textos más importantes desde el decreto de Nueva Planta", dijo este notario antes de calificar el Estatuto de "herramienta potentísima".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.