La sonrisa de Hereu, la postura de Trias, el pelo de Portabella...

Seis personas. Cuatro hombres y dos mujeres. Ellas son más innovadoras, ellos tradicionales. Tres diseñadores jóvenes y una estilista analizan la ropa que han lucido los candidatos a la alcaldía de Barcelona en esta larga campaña electoral.

Hay que mirar a Francia. El mensaje lo lanza la diseñadora catalana Txell Miras a los alcaldables. Una imagen en la retina: el elegante traje de chaqueta negro compuesto por americana y pantalón estrecho con zapato de talón alto y hebilla grande que lució en su primera aparición pública como ministra de Justicia Rachida Dati, francesa de origen magrebí. "Son bastante grises, van muy uniformados sin mojarse demasiado. Cada uno debe encontrar su propio estilo, pero es triste ver esta homogeneidad", explica Miras.

Ismael, uno de los componentes del dúo Spastor, muestra su disconformidad con el tamaño de las americanas que llevan los políticos: "Tienen la manía de lucir americanas gigantes porque creen que cuanto más hombros tienes más impones". El líder de IU, Gaspar Llamazares es, en opinión del responsable de Spastor, el político que mejor luce las americanas.

Ismael se muestra condescendiente: "Son políticos. Tampoco están obligados a ir a la última". Los años causan estragos. El responsable de la marca Spastor recuerda, por ejemplo, que Jordi Portabella (ERC) solía vestir con intención hace unos años, "pero ahora ha perdido fuerza". La representante de Ciutadans en Barcelona, Esperanza García, "es una chica guapa, pero la veo rígida, parece más una presentadora de televisión", dice Ismael. Josep Abril explica que siempre le preguntan sobre el tema y sus críticas no siempre son bien recibidas. Hoy se muestra diplomático. "Nada es obligatorio, pero en general saben expresar lo que representan: no se ven disfrazados. Alguno podría mejorar".

Montse Guals, una de las responsables de la agencia especializada en imagen personal Qué me Pongo, tiene una teoría propia: hay candidatos visibles y otros invisibles, aunque al final todos salgan en la foto. Los hay muy invisibles. Guals se refiere a los Jordi's.

"Jordi Hereu (PSC) es completamente invisible porque su movimiento es tan sinuoso que no da una imagen de seguridad. Necesita unos trajes más estructurados porque tiene una línea redondeada". Portabella, explica Guals, es "invisible porque no sabe sacarse partido, usa colores opacos que no combinan con su piel cítrica".

Mejor suerte para Xavier Trias (CiU), "un hombre visible por su indumentaria, aunque falla en el pelo y el estilo de las gafas". Cualquiera puede afirmar que es visible Imma Mayol por lo estridente de los colores en sus prendas, "aunque a veces esos colores tan fuertes no dan imagen de seriedad". A juicio de Guals, la candidata con potencial futuro es precisamente Esperanza García, "pero no se deja ver". Alberto Fernández Diaz, es "invisible", no llama la atención, tiene una imagen muy neutra y convencional. Como conclusión, la responsable de Qué me Pongo sentencia: "Analizando los candidatos que tenemos, no hay ninguno visible ni con una imagen de líder".

¿Y qué es lo primero que llama la atención de los candidatos? De Portabella, su pelo; de Hereu, su sonrisa; de Trias, su postura corporal y su voz; de Mayol, su pelo y sus gafas; de Fernández Díaz, sus ojos y su cabello.

A continuación, los candidatos pasan por el sillón de la peluquería La Pelu de Barcelona, propiedad de Llum Ventura. Ventura comenta los cabellos de los candidatos, pero antes subraya el respeto por sus colegas de profesión que asesoran en la actualidad a los candidatos: "Todas sus posibilidades deben ser respetadas, aunque a veces no sean compartidas".