Absueltos en Italia cinco acusados de matar al banquero del Vaticano Calvi
Cinco personas acusadas de participar en el homicidio del banquero Roberto Calvi, muerto en 1982 y conocido por la prensa como el Banquero de Dios, fueron absueltas ayer por un tribunal de Roma. La sentencia, justificada por la falta de pruebas concluyentes, no supuso el cierre del caso: existe otro sumario contra los supuestos organizadores del crimen, entre ellos Licio Gelli, fundador y máximo dirigente de la logia masónica P2.
Roberto Calvi apareció ahorcado en el puente londinense de Blackfriars el 18 de junio de 1982. Presidía el Banco Ambrosiano, una entidad en crisis que albergaba lo más oscuro de las finanzas italianas. Entre los clientes de Calvi figuraban el jefe mafioso Michele Sindona y el arzobispo Paul Marcinkus, director del Instituto de Obras de la Religión (IOR), el banco del Vaticano. El máximo protector de Calvi era Licio Gelli.
Durante años, la muerte de Calvi fue considerada suicidio. Ése fue el veredicto inicial de los forenses británicos. En 1988, sin embargo, la justicia italiana determinó que la muerte fue debida a un estrangulamiento previo al ahorcamiento y abrió un proceso por homicidio. Como presuntos autores materiales fueron acusados Pippo Caló (cajero de la Mafia siciliana), Ernesto Diotallevi (jefe de una banda criminal romana), Silvano Vittor (contrabandista), Flavio Carboni (empresario conectado con el crimen organizado) y Manuela Kleinszig, novia de Carboni.
Carboni ayudó a Calvi, que se encontraba bajo arresto domiciliario en Roma, a huir a Londres. Se quedó con los documentos bancarios que llevaba el banquero en su última fuga y meses más tarde los vendió a un alto responsable del IOR vaticano, monseñor Pavol Hnilica, amigo personal de Juan Pablo II. Carboni fue condenado por tráfico de artículos robados. Hnilica, absuelto por actuar "bajo estado de necesidad".
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