Naciones Unidas convoca una cumbre sobre el cambio climático

Los efectos del acuerdo sobre cambio climático que los líderes del G-8 alcanzaron el jueves se empezaron a sentir ayer. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, anunció que convocará para finales de septiembre una reunión de alto nivel en Nueva York para acordar los pasos a seguir en las negociaciones que pretenden frenar el calentamiento del planeta. Esta reunión "sentará las bases" para el encuentro que se celebrará en Bali en diciembre para empezar a negociar un acuerdo que reemplace al de Kioto en 2012, según explicó Ban en los márgenes de la cumbre de Heiligendamm.

El G-8 se comprometió el jueves a llegar a un acuerdo vinculante sobre cambio climático en 2009 en el marco de Naciones Unidas. Pero ni Rusia ni EE UU asumieron compromisos de reducción de emisiones. En las conclusiones de la cumbre de Heiligendamm figuran además los siguientes temas:

- Sin acuerdo sobre Kosovo. El texto del G-8 indica que "persisten las diferencias en la sustancia y en cómo actuar" sobre el futuro de la provincia serbia de mayoría albanesa. Rusia, que rechaza la independencia de Kosovo, volvió a dejar clara su oposición a los planes occidentales. No prosperó tampoco la propuesta de Nicolas Sarkozy, que sugirió una nueva ronda de negociación en los próximos seis meses.

- Nuevas amenazas a Irán. El G-8 concluyó que si el régimen de Teherán persiste en llevar adelante su programa de enriquecimiento de uranio, apoyará "nuevas y apropiadas medidas", es decir, nuevas sanciones en el marco de la ONU.

- Presión a Corea del Norte. El presidente de EE UU, George Bush y su homólogo chino, Hu Jintao, pidieron que no cese la presión a Corea del Norte para que desmantele su programa de armamento nuclear.