"Todo editor es un cazamariposas"

Con 45 años y una hija, lanza una editorial de bolsillo, uniendo la suya, Almuzara, a otras tres. Dice que no volvería a la política, porque él genera debate sacando autores y "moviendo ideas". Vive en el campo, donde cuida su ganadería, monta a caballo y pasea. Cree que en España hay más gente que quiere convivir que la que quiere enfrentarse

Pregunta. Ahora edita libros de bolsillo. ¿Qué es, un minieditor?

Respuesta. Todos los editores tenemos algo de mini, porque la modestia debe acompañarnos siempre. Nunca se sabe qué libro puede funcionar y qué aporta. El corazón del editor es siempre modesto.

P. ¿Esto es mejor que ser ministro?

R. Yo ahora soy más feliz siendo editor.

P. ¿Se arrepintió alguna vez de dimitir?

R. No. Fue bonito mientras duró.

P. Algo echará de menos.

R. Me gustó la gente con la que trabajé; e igual que ahora vemos cierta crispación en la política, en el mundo laboral -sindicatos, empresarios- todavía hay voluntad de consenso, sigue latiendo el hálito de la transición. Ese espíritu lo echo de menos.

P. ¿Qué es lo que más mola del coche oficial?

R. No tenerte que preocupar del aparcamiento. Descubres que el día tiene muchas más horas cuando te llevan y te traen.

P. Luego abandonó incluso el partido, cuando la guerra de Irak. ¿Qué le queda de pepero?

R. Hombre, yo me siento liberalote, más bien de un centro, tirando a centro-derecha. Pero personalmente creo que sería un Pepito Grillo en el PP actual.

P. ¿Qué distancia hay de liberalote a liberal?

R. Ser liberalote es ser liberal, pero pasado por el relativismo.

P. ¿De vez en cuando echa algún piropo a Zapatero o me equivoco?

R. Yo soy relativista, y no metafísico. El metafísico dice: yo tengo la verdad, los otros siempre se equivocan. Por tanto, creo que el PSOE ha hecho cosas buenas y se ha equivocado en otras. Igual que el PP. Y es un ejercicio de ciudadanía o de relativismo reconocerlo.

P. En los libros que escribe hay un componente de aventura. ¿Qué es la aventura?

R. Salir de lo ordinario y correr riesgos.

P. ¿Y usted lo hace mucho?

R. Montar una editorial ya es una aventura. Y en la vida me ha gustado siempre el viaje de aventuras: soy paracaidista, piloto, y hago cosas que conllevan un poco de riesgo, para subir la adrenalina.

P. O sea, que no es usted todo libro.

R. Pero probablemente la gran aventura sea el libro. Es lo que más riesgo tiene.

P. ¿Lo mejor de tener editorial propia es poder autopublicarse, por si con las otras no cuela?

R. Todo editor que escribe siempre tiene una duda vital: si no sales en tu editorial, sobre todo cuando estás empezando, dicen: qué editorial más mala tiene, que no se fía. Y si te editas a ti mismo dicen: se ha creado una editorial para editarse.

P. ¿Cuál es la mayor utopía que ha elaborado?

R. Hay una utopía en la que me gustaría creer, pero no lo consigo: el desarrollo sostenible.

P. Dice que la autocrítica es buena compañera de viaje. ¿Viaja mucho?

R. Tremendamente. El no ser metafísico, el no creerse que uno vive en la verdad es la mejor compañía. Igual que la modestia.

P. Es presidente del Consejo Regulador de Montilla-Moriles. ¿Pimpla?

R. A mí me gusta el vino. Me gustan el vino, la cultura del vino y la compañía del vino.

P. ¿De qué se confiesa con su terapeuta?

R. No tengo terapeuta ni psicólogo. En todo caso tendría que confesarme de hiperactividad.

P. ¿Qué tiene de su personaje la arqueóloga Artafi?

R. Que me divierte mucho la arqueología, los viajes y las aventuras.

P. Pues no sé si le veo con salakof.

R. Yo soy el típico al que le dicen: ¿Qué quieres: ir a la ópera a Viena, a París o a Tombuctú o a Sudán? No lo dudo. Me voy a Malí, a Níger.

P. ¿Para qué vale un cazamariposas?

R. Todo editor es un cazamariposas, porque busca la mariposa hermosa, que le deslumbre o le cree emoción. El editor, como el político, debe combinar al domador de leones con el cazador de mariposas.

P. ¿Y usted qué mariposa persigue?

R. La del libro más hermoso.