_
_
_
_
Entrevista:MÍSIA | Cantante

"Soy una 'outsider' y muy intensa"

Hija y nieta de sendas vedettes de El Molino, Mísia, nacida Susana, se crió entre camerinos y baúles llenos de plumas y accesorios. "Cuando venía del colegio, para hacer los deberes; me ponía todo encima. Todavía adoro los complementos. No era un disfraz, esa es mi verdad". Siendo ya adulta, esa puesta en escena derivó hacia terrenos más líricos. O místicos. Mísia empezó a explotar su otra verdad, la portuguesa (su padre es de Oporto), y dio al fado una intensidad insólita. Triunfó en medio mundo, pero en casa le afearon la conducta: no se había fogueado en las casas tradicionales. "Nunca fui una fadista ortodoxa; soy una outsider pero canto fado porque eso me permite comunicarme emocionalmente con el mundo entero: Japón, Barcelona, incluso Portugal", dice con su fino sentido del humor. Y añade: "Y lo de intensa... mis novios me lo suelen decir: ¡No te pongas tan intensa!". ¿Y qué le dicen? ¿No te pongas Mísia? "No, no. ¡Me llaman Susana!". Así que Mísia, como se ve, no es solo un nombre artístico especial, es un personaje, "una terapia". "Mi base es muy simple, muy clásica, un traje negro corto; pero los accesorios son mi locura. Y ahora he mejorado, estoy sencilla. Antes tenía que parecer una rusa blanca recién exiliada de San Petersburgo. Mi madre decía que tendría que haber sido cómica en vez de dramática; pero el llanto y la risa salen del mismo sitio. Yo creo". Y añade locuaz: "Simplemente soy más María Magdalena que la Virgen María".

Así, riendo y gozando antes de empezar, Mísia -o Susana- estrena esta noche en el teatro de la Ópera de Lisboa, el precioso Saõ Carlos, María de Buenos Aires. Mísia es la protagonista, otra María Magdalena, el personaje que da título a la operita-tango de Astor Piazzolla, que ella resume así: "María es una santa que llega de los suburbios a comerse Buenos Aires y se convierte en el inconsciente colectivo de Argentina cuando la corrompe un bandoneón y se tiene que meter a puta".

La obra, añade la cantante, funciona como una "gran metáfora de la dictadura argentina, de todas las dictaduras". Está a punto de cumplir 40 años porque la estrenaron Piazzolla y Ferrer en 1968, en la sala Planeta de Buenos Aires. La moderniza la escenografía de la alemana Desirée Meiser. Y es argentina, pura, pero sin ser castiza. "Es una versión sin folclore, casi minimalista, sin medias de rejilla ni rajas en la falda", dice Mísia.

Los textos son de Horacio Ferrer. En escena están también el actor argentino Manuel Callau, en el papel del Duende, el narrador, y El Porteño Gorrión, el enamorado de María, que es el tenor neozelandés Keith Lewis. La dirección musical corre a cargo del joven maestro del bandoneón Víctor Villena.

Mísia, que acaba de ver publicado el libro Os fados de Mísia, del periodista francés Hervé Pons, afronta el reto musical y vital de cantar desde un sitio distinto a donde nace el fado: "En la obra soy un símbolo, un icono, y eso se parece a Mísia. Pero el fado viene de otro espacio, es una gran bruma interior, aquí no echo la cabeza atrás. Es otra cosa, no soy yo, respondo a la puesta en escena de Meiser y a la visión del director; he aprendido a bailar tango, y aunque los he cantado antes, esto es otra cosa, es opereta, no tango. Pero da miedo. Es una puerta a lo desconocido".

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_