Centrales a precio de delanteros

Thierry Henry (24 millones) ni siquiera figura entre los cinco traspasos más caros del verano, lista encabezada, en cualquier caso, por Fernando Torres (36,5 millones). Aunque no han perdido protagonismo en el mercado, las diferencias de precio entre los defensas y los atacantes van menguando, y los últimos movimientos certifican que por los zagueros se pagan cantidades antes reservadas a los delanteros: El Madrid pagó el martes 30 millones por el central Pepe (Oporto), el Barça respondió ayer con la contratación de Gaby Milito por 17 millones fijos más 3,5 variables, la cantidad más alta abonada por un defensa en el Barcelona, y mientras tanto el Roma está dispuesto a quedarse con Chivu si no obtiene unos 20 millones.

Diferentes sectores del barcelonismo le prefirieron antes que a Chivu, primer objetivo

El fichaje se cerró tras la llamada de Laporta a Iglesias y múltiples correos electrónicos

El fax con la redacción de los contratos llegó ayer por la mañana al Camp Nou y se oficializó acto seguido el fichaje de Gaby Milito (Bernal, Argentina, 1980). El futbolista, que tendrá una cláusula de rescisión de 90 millones, firmará por cuatro temporadas y cobrará cerca de 2,5 millones por año. El Barcelona abonará al Zaragoza 17 millones fijos más 3,5 millones por variables en tres plazos. O, lo que es lo mismo, si el Barça gana la Champions, la Liga, la Copa o se clasifica para la Copa de Europa durante los cuatro años, deberá pagar un tanto por ciento de las variables al Zaragoza. El acuerdo se ha dilatado pese a que diferentes sectores barcelonistas se posicionaron a favor de su fichaje, en detrimento del de Chivu, entre otras cosas porque el Madrid repudió al argentino en 2003 por una lesión.

Antes de medirse al Madrid en el penúltimo partido de la Liga pasada, Agapito Iglesias, máximo accionista del Zaragoza, se acercó a la ciudad deportiva para espolear a los jugadores como habitúa. Gaby Milito, Piqué, Aimar y Diogo, que habían tenido compromisos internacionales con sus respectivas selecciones, realizaron la sesión física aparte. El primero en irse a la ducha fue Gaby Milito, que se topó con Agapito en el pasillo de los vestuarios. "Estos de la Juve ofrecen 16 millones", le dijo Iglesias al defensa, después de que la semana anterior rechazara una propuesta de 12 millones. "Pues escúchala, que es una buena oferta", le respondió el argentino. Aunque el Zaragoza esperaba estirar el precio hasta los 20 millones, todo estaba dispuesto para que Milito recalara en el calcio. Pero el Barça paró las negociaciones cuando se puso en contacto con el zaguero y le aseguró que le haría una oferta irrechazable. Dos semanas después, la Juve se retiró de las negociaciones y Milito ya había escogido. Como el propio Barcelona, que tras un tira y afloja con el Roma por Chivu, decidió no entrar en una subasta y se decantó por el argentino, pese a ser dos centrales distintos. Al final pesó más la raza del argentino que la clase del rumano.

Restaban, sin embargo, las negociaciones entre el club azulgrana y el blanquillo. Todo empezó en los primeros días de la semana pasada cuando el Barça ofreció 15 millones y el Zaragoza reprobó la propuesta sin miramientos. El jueves pasado, en un intento por acercar posturas, Beguiristain y el vicepresidente Ferran Soriano, viajaron a Zaragoza para buscar un consenso. El Barça aumentó la cifra a 16 millones fijos más dos variables. El Zaragoza respondió con otra rotunda negativa. "20 millones ayudarían para que la venta se produjera", concedió Miguel Pardeza, director deportivo.

Llegó el fin de semana con las negociaciones paradas hasta que intervino Joan Laporta. El presidente llamó a Eduardo Bandrés, presidente del Zaragoza, que le remitió a Iglesias, el hombre fuerte en las negociaciones, el que la temporada pasada puso el dinero para los fichajes de D'Alessandro y Aimar. "20 millones", ratificó Iglesias. Así, el fichaje se fue consensuando por dos vías y ninguna pasó por el intermediario, que no hizo falta por la iniciativa de los clubes. Beguiristain y Soriano como Pardeza y Pedro Herrera, secretario técnico del Zaragoza, se enviaron múltiples e-mails y se llamaron por teléfono a la vez que Laporta y Agapito siguieron conversando por teléfono. El martes, a las 23.00 horas, se llegó a un acuerdo.

Inicialmente Milito debería complementarse con Puyol pese a que son jugadores parecidos aunque el uno es diestro y el otro zurdo. Desde 2001, cuando el capitán se afianzó en el puesto, han desfilado a su lado Anderson, Christanval, Márquez, Mario, Oleguer, Edmilson y Thuram. Sólo Márquez, hace dos cursos, congenió con Puyol. Mientras el mexicano ofrecía una salida de la pelota y desatascaba el juego con sus desplazamientos, Puyol corregía la posición con velocidad. Se desdibujó Márquez, no resultó Edmilson y reaparecieron los problemas defensivos. Desde la grada se reclamaba orden, salida del balón y un líder dentro y fuera del campo. Llega Milito.