McLaren, acusada de espionaje
La FIA imputa a la escudería de Alonso, que deberá explicar por qué tenía datos de Ferrari
El caso del espionaje que convulsiona el mundo de la fórmula 1 dio ayer un nuevo giro, cuando la Federación Internacional del Automóvil (FIA) imputó directamente a McLaren Mercedes por haber tenido en su poder una información confidencial técnica de Ferrari desde el mes de marzo hasta julio que pudo ser utilizada en sus bólidos. El peldaño que se ha ascendido en la investigación da otra dimensión al escándalo, porque obliga a los responsables de la escudería de Woking a demostrar no sólo que no habían utilizado los datos del dossier que poseía su jefe de diseño, Mike Coughlan, sino que ni siquiera tenían conocimiento de la existencia del mismo. Deben hacerlo antes de la reunión del Consejo de la FIA que se celebrará en París el 26 de este mes.
El equipo británico proclama su inocencia y se muestra "extremadamente decepcionado"
El comunicado de la FIA aporta un nuevo dato de gran interés para la investigación. Afirma que la información -"que podía usarse para diseñar, construir, probar, desarrollar y conducir un monoplaza de F-1"- estuvo en manos de McLaren, de forma no autorizada, desde marzo y hasta este mes. Eso supone un giro estratégico, porque hasta ahora se había asegurado que presuntamente Coughlan recibió el dossier de Nigel Stepney -empleado de Ferrari- el pasado día 1 de abril en Castelldefels.
Lo primero que entra ya en cuestión, tras esa afirmación, es si McLaren obtuvo la información sobre el suelo flexible de Ferrari a través de ese dossier. La escudería británica denunció en el Gran Premio de Australia -18 de marzo- esta circunstancia y Ferrari fue obligado a cambiarlo. Pero, además, el movimiento de fechas abre aún más especulaciones sobre la utilización de los datos de Ferrari por McLaren. Y, más aún, teniendo en cuenta que hace unos días se supo que Jonathan Neale, coordinador general de la escudería, sabía que Coughlan tenía el informe técnico de Ferrari.
Ayer, McLaren Mercedes emitió un comunicado en el que lamentaba el paso dado por la FIA. "Estamos extremadamente decepcionados", se afirma. En el texto, la escudería se muestra categórica en su inocencia: "Aunque McLaren seguirá cooperando en todo lo que pueda con cualquier investigación sobre este asunto, queremos dejar muy claro que los documentos y la información confidencial estaban sólo en posesión de un empleado que ha sido suspendido y que no estaba autorizado para ello, y que ningún elemento de esta información ha sido utilizado en relación con nuestros coches de F-1".
El caso de espionaje se desveló cuando la esposa de Coughlan, Trudy, acudió a un comercio de Woking para escanear un informe confidencial de Ferrari. El propietario alertó a los de Maranello y el asunto estalló. Presuntamente, Nigel Stepney, ex coordinador de Ferrari, robó el dossier y se lo entregó a Mike Coughlan. Los dos técnicos se habían ofrecido a Honda con la intención de desarrollar allí lo mejor, tanto de Ferrari como de McLaren. El lunes Ferrari retiró la demanda en Londres contra Coughlan, que realizó una declaración jurada explicando de dónde procedían los papeles. Ferrari mantiene cargos contra Stepney en Milán. Y la FIA prosigue una investigación que puede acabar con sanciones a McLaren y a sus pilotos -el español Fernando Alonso, doble campeón del mundo, y el británico Lewis Hamilton, que lidera la clasificación- si se demuestra su culpabilidad.
Por otra parte, ayer se confirmó que Indianápolis no acogerá el GP de EE UU de 2008.
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