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Hamás mata al primer soldado israelí en ocho meses

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, estaba en una reunión en la mañana del 12 de julio del año pasado con la familia Shalit, cuyo hijo fue secuestrado por facciones palestinas en el sur del país, cuando estalló el frente del norte. Ayer se volvió a "equivocar" de escenario, ya que, recorriendo la frontera entre Israel y Líbano, le llegaron noticias del frente de la franja de Gaza sobre la muerte, por primera vez en ocho meses, de un soldado israelí.

Diez tanques, apoyados por helicópteros, llegaron hasta las puertas del campo de refugiados de Bureij, en el centro de la franja, siendo sorprendidos por disparos y la detonación de dos minas. Los grupos palestinos Hamás y Yihad Islámica reivindicaron la emboscada asegurando que "las tropas israelíes deben tener en cuenta que entrar en nuestro territorio no es un paseo turístico. Cada ataque tendrá su resistencia". Las facciones palestinas intentan por todos los medios obstaculizar y abortar las cada vez más continuas incursiones en Gaza.

Para Israel, el objetivo de sus operaciones, como aseguró ayer un portavoz castrense, es "detener terroristas, descubrir túneles de contrabando de armas y destruir talleres donde fabrican cohetes Kassam". En las últimas semanas, paralelamente a las muertes de milicianos palestinos, el Ejército israelí realiza numerosas detenciones, como ayer en el Bureij. Desde que no está presente en Gaza, tras la retirada en agosto de 2005, el Ejército luce carencias en todo lo referente a los servicios de información. Sencillamente, no tiene las mismas fuentes que antes. "Por muchos aviones de espionaje sin piloto que tengamos, la mejor información la obtienen los agentes en el terreno", reconocía ayer un miembro de los servicios internos de seguridad. Descartada por el momento una invasión de Gaza, la táctica del Tsáhal es "entrar y salir".

Las incursiones se han intensificado desde hace un mes, cuando los islamistas de Hamás asumieron por las armas el control de la franja de Gaza en detrimento de Al Fatah. Y no es casual, ya que el movimiento integrista, ahora máximo responsable político y militar en Gaza, se lo piensa dos veces a la hora de responder con cohetes Kassam contra Israel.

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