Castelló d'Empúries dejará de hacer 500 casas para no salir en la 'lista negra' de Greenpeace
Castelló d'Empúries (Alt Empordà) lucha por salir del mapa de los puntos negros denunciados por la entidad ecologista Greenpeace. El nuevo equipo municipal ha anunciado que reducirá en al menos medio millar el número de viviendas previstas por el Plan de Ordenación Urbana Municipal (POUM) redactado por el anterior gobierno.
Se trata de una de las primeras decisiones del nuevo Consistorio, encabezado por el republicano Salvi Güell, que además de reducir el número de casas proyectadas, ha previsto otras actuaciones como la protección integral del camino viejo de la carretera de Roses, una zona de gran valor paisajístico que une los dos municipios ampurdaneses y cuya preservación era defendida por una plataforma vecinal. En el camino ya no se podrá construir y se retirarán las recalificaciones del suelo planteadas en el POUM.
El Ayuntamiento de Castelló d'Empúries reaccionó con rapidez ante el informe de Greenpeace, que considera al municipio uno de los puntos negros del litoral catalán. Según la concejal de Sostenibilidad y Participación, Montse Escutia, las previsiones de recalificar un 23% de suelo no urbanizable para conectar el núcleo urbano con la macrourbanización de Empuriabrava, tal como denuncia la entidad ecologista, "pertenecen a la voluntad del anterior equipo de gobierno y ahora quedan paradas y las replantearemos en breve".
La edil reconoció que se trataba de un crecimiento "excesivo", que pretendía "doblar la población e ignorar el medio ambiente". El Consistorio envió hace unos días una carta a la entidad ecologista donde le informaba sobre la creación de una comisión de trabajo para estudiar las modificaciones del plan e intervenir "lo antes posible".
Cambios desde el inicio
El POUM de Castelló d'Empúries ha sido objeto de polémica y modificaciones desde su redacción. El anterior alcalde, Xavier Sanllehí (CiU), tuvo que renunciar a la ampliación de los canales navegables de Empuriabrava y a la construcción de un lago artificial que Medio Ambiente desestimó por poner en peligro la zona de los Aiguamolls de l'Empordà. Sanllehí también redujo de 3.700 a 2.900 la cifra de viviendas previstas en el plan. No obstante, vecinos y entidades ecologistas han seguido denunciando el crecimiento urbanístico del municipio, que además del núcleo histórico de Castelló incluye la ciudad residencial Marina d'Empuriabrava.
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