Blair ve signos de paz tras su primer encuentro con Olmert y Abbas
El nuevo enviado del Cuarteto internacional para Oriente Próximo, Tony Blair, aseguró ayer que hay "posibilidades de progreso" en el proceso de paz, tras las reuniones con el presidente palestino, Mahmud Abbas y el primer ministro israelí, Ehud Olmert. Se trata de la primera toma de contacto del ex primer ministro británico con los dirigentes israelíes y palestinos, de la que Blair salió satisfecho.
Ante la opinión generalizada de que su misión acabará en fracaso, Blair no pudo escoger un mejor interlocutor para comenzar la jornada. El nuevo presidente de Israel, el "soñador" Simon Peres, le insufló dosis de optimismo. "Creo que hay una posibilidad real de éxito para promover la paz y en un plazo no muy lejano. No menosprecio los numerosos obstáculos, pero se pueden superar", comentó Peres, que añadió: "No conozco una persona más adecuada y con mayor motivación que Blair para conseguirlo. Tu éxito es nuestro éxito. Tus sueños, los nuestros".
Los dirigentes palestinos ya han dejado de soñar y exigen resultados prácticos. Es lo que le dijo ayer a Blair en Ramala (Cisjordania) el presidente Abbas. "Han debatido sobre cómo acabar con la ocupación israelí, ayudar a fortalecer nuestras instituciones y sobre todo fijar un calendario para negociar y crear un Estado propio", informó Saeb Erekat, asesor del presidente palestino. Abbas coincidió con Blair en que la conferencia de paz que el presidente de EE UU, George W. Bush, ha convocado este otoño "no debe tener como objetivo hacerse la foto, sino tratar los asuntos sustanciales".
Sueldos pagados
Si con Abbas discutió sobre temas políticos, con el primer ministro palestino, Salam Fayad, Blair dialogó sobre el plan económico para sanear las arcas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Parte de los impuestos que Israel recauda en nombre de los palestinos, que congeló arbitrariamente y que recientemente ha transferido a Fayad, han servido para pagar los sueldos de los ministros y diputados, incluidos los del movimiento islamista Hamás. De esta forma, el primer ministro Ismail Haniya (destituido por Abbas) ingresó anteayer 2.100 euros en su cuenta.
Blair completó su recorrido con una cena ofrecida por el primer ministro israelí, Olmert, que le aseguró que su Gobierno "continuará dialogando con Abbas". Tradicionalmente, Israel no se ha esmerado en colaborar con mediadores que no sean estadounidenses, pero con Blair parece que harán una excepción, tanto por su prestigio como por su acceso directo a Bush.
Mientras tanto, una decena de palestinos resultaron heridos en enfrentamientos entre seguidores de Al Fatah y Hamás en Nablus. Los disturbios comenzaron cuando miembros del movimiento islamista protestaban contra las detenciones de sus hombres en Cisjordania por parte de las fuerzas de seguridad de la ANP. Los manifestantes de Hamás, que no tiene en Cisjordania la fuerza que exhiben en la franja de Gaza, fueron agredidos por seguidores de Al Fatah.
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