Urkullu advierte a los radicales que la intimidación a los ediles ondarreses es a "todo el PNV"
El portavoz de la Ejecutiva del PNV, Íñigo Urkullu, advirtió ayer tras la constitución de las gestoras de Ondarroa y Mendexa que cualquier tipo de amenaza o "acto intimidatorio" contra sus ediles en ambos pueblos será considerado como un ataque "contra todo el PNV". La advertencia llega en un momento de fuerte enfrentamiento entre los peneuvistas y los radicales de ANV y de Batasuna. La izquierda abertzale se resiste a admitir que los votos nulos, su apuesta en los pasados comicios donde sus papeletas fueron anuladas por los tribunales, no cuentan y que no van a tener representación alguna en ambos pueblos.
El veterano nacionalista Félix Aranbarri, que ya fue alcalde de Ondarroa en los dos primeros mandatos de la democracia, es desde ayer el presidente de la gestora municipal que gobernara ese feudo de Batasuna. Aranbarri auguró cuatro años difíciles, duros y no exentos de problemas. Asaltado prácticamente por los medios de comunicación en el Palacio foral tras la intervención de Urkullu, admitió que negaría la realidad si dijera que no tiene miedo. Aunque subrayó que "hay que sobreponerse" al temor.
Aranbarri fue elegido por ocho de los nueve representantes del PNV (la ex diputada foral María Esther Solabarrieta se encontraba de viaje) y el apoyo del miembro de EB y dirigente de esa formación en Vizcaya, Iñaki Santamaría. El popular Germán López, el único que se atrevió a recoger su acta en el Ayuntamiento el día fijado para la constitución de los municipios, se votó a sí mismo. López estuvo ayer apoyado por dirigentes de su formación como Leopoldo Barreda y Antón Damborenea. EA no tomó posesión de sus dos representantes.
Minutos después de constituirse la gestora que presidirá Aranbarri, se formalizó la de Mendexa, que encabeza el también peneuvista Pedro Agustín Juaristi, que fue alcalde de la localidad vizcaína entre 1999 y 2003. En este municipio, solo el PNV tiene representación, siete miembros.
"Pucherazo"
Mientras, en el exterior de la Diputación, donde se constituyeron ambas gestoras, se concentraron unos 70 simpatizantes de ANV, que acusaron al PNV de consumar "el mayor pucherazo" de la democracia en ambos municipios. El cabeza de lista de ANV en Ondarroa, Unai Urruzuno, denunció que en su municipio y en Mendexa se ha regresado "a los tiempos del franquismo, cuando los alcaldes eran designados a dedo". A los miembros de las gestoras les advirtió de que "no son bienvenidos" en ambas localidades.
A pesar de los gritos de protesta y de los insultos lanzados al PP y al PNV, el acto de protesta finalizó sin ningún incidente. La Ertzaintza vigiló la concentración de ANV en el exterior del palacio foral.
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