_
_
_
_

Un persistente sinsabor político

Argel reprocha a España su postura sobre el Sáhara Occidental

Los acuerdos en ciernes sobre la cantidad de gas que Sonatrach venderá directamente al consumidor español, el aumento del precio de los hidrocarburos que suministra a Gas Natural y la participación de esta última en el capital del gasoducto Medgaz despejan la relación entre España y Argelia, sembrada de escollos desde que el PSOE llegó al poder, hace más de tres años.

Si la vertiente económica parece bien encaminada, en la política persiste un sinsabor que los numerosos viajes a Argel del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, -es la capital fuera de la UE que más ha visitado- apenas han logrado atenuar. El Gobierno del principal proveedor energético de España reprocha a su vecino la entrega a Marruecos y su respaldo al plan de autonomía de Rabat para el Sáhara Occidental.

"Hasta los viejos amigos nos han abandonado", declaró Abdelaziz Buteflika, el presidente argelino, al embajador de España, Juan Leña, que acudió a presentarle credenciales después de la victoria socialista en 2004. Se refería a la deserción de Felipe González y de otras figuras del PSOE que en su día apoyaron la revolución argelina y el independentismo saharaui.

Buteflika, de 70 años, echa de menos a José María Aznar con quien estableció una relación privilegiada, hasta el punto de ser el único país árabe que no se solidarizó con Marruecos durante la crisis del islote de Perejil. Argel y Madrid desean alcanzar ahora de nuevo la misma relación estratégica, pero el futuro de la antigua colonia española es un obstáculo en el camino.

Argelia se dispone, en cambio, a dar un salto cualitativo con la Francia de Nicolas Sarkozy, mucho menos vinculado a Marruecos que su predecesor, Jacques Chirac, muy cercano a la familia real alauí. Sarkozy hizo el 10 de julio su primera visita fuera de la UE a Argel y regresará a fin de año para venderle centrales nucleares.

Por sorprendente que parezca, Argelia no mantiene su comercio más intenso con los vecinos europeos, sino con EE UU. Es una empresa tejana, Anadarko, la que goza de más concesiones para la exploración y explotación. Allí exporta Argelia el grueso de sus hidrocarburos. Esa relación privilegiada no le impide recibir por todo lo alto, el próximo lunes, al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.

España figura en tercer lugar como cliente de Argelia, justo después de Italia. Francia sólo ocupa un cuarto puesto, pero Sarkozy desea aumentar las importaciones de hidrocarburos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_