Sarkozy reclama a EE UU un calendario de retirada de Irak
El presidente francés no se opone a que la UE abra nuevas negociaciones con Turquía
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, reclamó ayer a Estados Unidos un calendario de retirada de sus tropas en Irak, y defendió la necesidad de una Unión Europea fuerte. "La construcción europea sigue siendo una prioridad absoluta", dijo ante una asamblea de embajadores franceses, en la que presentó las grandes líneas de su política exterior. Sarkozy se mostró favorable a la apertura de nuevos capítulos de la negociación de la UE con Turquía, aunque insistió en que prefiere la asociación con Ankara y no la adhesión.
Sarkozy puso sobre la mesa dos iniciativas: "Un comité de 10 o 12 sabios europeos que reflexionen sobre qué Europa y qué objetivos queremos para el horizonte 2020-2030", dijo. Este comité debería entregar sus conclusiones antes de junio de 2009.
La segunda iniciativa se refiere a la política de defensa. "Hay que reforzar la Europa de la Defensa", sin que eso signifique "debilitar la OTAN". La desconfianza de su antecesor, Jacques Chirac, respecto a dicha organización se desvanece en un discurso que tiene "como principal preocupación la seguridad del mundo occidental". En cualquier caso, en materia de defensa, el presidente francés promete más novedades: "Tomaremos iniciativas muy fuertes al respeto los próximos meses".
La cuestión turca -la misma que explotó Sarkozy durante el referéndum sobre la no ratificada Constitución europea o durante la campaña presidencial, afirmando que "el lugar de Turquía no está en el seno de la UE", y proponiendo entonces a Ankara una "colaboración privilegiada"- es ahora objeto de un cambio importante.
"No soy partidario del ingreso de Turquía en la UE", reconoció Sarkozy. Sin embargo, acepta que la Unión abra nuevos capítulos en las negociaciones, siempre y cuando se pueda elegir entre la posibilidad de la adhesión y la asociación con Ankara. El dirigente francés es partidario de la segunda, pero en cualquier caso delega en la UE la "cuestión turca".
Respecto a Irak, el presidente francés no ve otro camino que reclamar a Washington "la definición de un horizonte claro en lo relativo a la retirada de tropas extranjeras", mientras progresa "la marginación de grupos extremistas y un sincero proceso de reconciliación nacional". En ese apartado, Sarkozy hizo hincapié en que era "gracias a Jacques Chirac" que Francia había "permanecido contraria a esa guerra".
"Brutalidad rusa"
En cambio, al hablar de Rusia o China, Sarkozy abandonó la prudencia chiraquiana, que nunca criticó en público a los dos países, para referirse "a la brutalidad con que Rusia juega sus bazas, sobre todo el gas y el petróleo", y señalar "la estrategia de control, a través de las materias primas, que China despliega en África", un control que se hace a costa de no respetar "las normas sociales" y utilizando un yuan infravalorado como arma. "Cuando se es una gran potencia, hay que abandonar la brutalidad. Si se reivindica el liderazgo, hay que ejercerlo en todos los dominios", resumió el presidente.
Respecto al contencioso nuclear con Irán, Sarkozy dijo que es "la crisis que hoy más pesa en el contexto internacional" y la resumió así: "Un Irán dotado de arma nuclear es, para mí, inaceptable", y eso significa que hay que luchar para evitar "una alternativa catastrófica: la bomba iraní o el bombardeo de Irán". En ese sentido, exigió firmeza y negociación.
En su repaso del mundo, tras declararse "amigo de Israel", no dudó sin embargo en denunciar el peligro de crear un "Hamastán en la franja de Gaza que, retrospectivamente, signifique el primer paso hacia el control total por los islamistas de los territorios palestinos".
Por último, demostró haber tomado nota de los cambios que se producen en el mundo y propuso que, en el futuro, "el G-8 se transforme en G-13", sumándose al club de países ricos las grandes economías de los países emergentes: China, India, México, Brasil o Suráfrica.
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