Sobresalto para Hayden

Ser campeón de MotoGP no sale últimamente rentable. Si media Italia tiembla por el presunto fraude fiscal de Valentino Rossi, a quien Hacienda reclama 112 millones, la justicia estadounidense ronda a la familia de Nicky Hayden. Agentes de Kentucky detuvieron ayer a una veintena de personas por su presunta vinculación a D-Block, una organización dedicada al tráfico de drogas en Owensboro, donde los Hayden tienen su rancho. Uno de los arrestados es Jamie Payne, administrador del negocio de compraventa de coches usados de Earl Hayden, el padre de Nicky.

Mientras la mayor parte de los detenidos están acusados de un delito de distribución de crack en pastillas de cinco gramos, sobre Payne recae la acusación de blanqueo de dinero. Según informaron ayer las autoridades que llevan el caso, Payne habría aceptado dinero de D-Block y, a cambio, ofrecido coches del negocio de Earl Hayden para distribuir la droga. El padre de Nicky no parece estar vinculado a la trama, pero deberá demostrar que no estaba al tanto de los hipotéticos tejemanejes de Payne.

"La operación ha supuesto un golpe muy duro para la principal red de distribución de drogas de Owensboro", aseguró John Kazlauskas, el jefe policial de la zona. A James Calhoun, de 28 años, se le ha identificado como el líder de la banda. Además de él, otras 19 personas fueron detenidas, pero se prevé que el número de arrestos aumentará en los próximos días.

Ante tal panorama, parece difícil que Nicky Hayden pueda concentrarse este fin de semana en el Gran Premio de San Marino, que se disputará en el circuito de Misano. El motociclista, que está al corriente de lo sucedido, prefirió no pronunciarse al respecto. En la mayoría de las carreras de este año ha estado acompañado por su padre, acicalado siempre con una gorra y un polo de su compañía de coches, pero ayer, por supuesto, no se le vio a su lado.