Virxilio clausura su muestra sobre el paisaje que rodeó a Otero Pedrayo

Virxilio, el artista gallego contemporáneo más vinculado a la Generación Nós, clausuró ayer en la casa grande de Otero Pedrayo, en Trasalba (Ourense), la exposición Os chaos de Amoeiro. A lo largo de cuatro meses, más de 3.000 personas pudieron apreciar la muestra cambiante del paisaje que don Ramón observaba desde el orejero de su casa mientras hacía patria de Galicia al tiempo que marcaba las pautas intelectuales del europeísmo.

Para dar cuenta del cambio estacional en los campos de Amoeiro en los que también se crío el artista, Virxilio fue reponiendo semanalmente sus cuadros. Más de doscientos lienzos, de un estilo que el pintor define como "lo máis naif que he pintado", fueron rotando por las paredes de la casa de Cimadevila, hoy instalación de la Fundación Otero Pedrayo. Una casa, por la que pasó toda la cultura gallega, que entronca con los campos de inusitado amarillo orensano reflejado en "los chaos" del artista, en el seno del profundo Ourense desde el que Otero tradujo a Joyce.

La música del pianista Abe Rábade y un recital poético en el que intervinieron María do Cebreiro, Chus Pato, Víctor Campio y Manuel Vilanova, pusieron el colofón a la muestra del pintor coordinada por Susana Reboerda y que contó con Santiago Lamas y Luis Cochón como comisarios.

El broche final -presidido por la conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo y el presidente del Consello da Cultura Galega, Ramón Villares- no fue más que la continuidad de una exposición en varias dimensiones concebida, además, como la crónica de las luces de un orensanísimo paisaje. Desde su inauguración el pasado mes de mayo, la muestra estuvo estimulada por recitales de poesía, conciertos musicales y talleres para escolares dirigidos por el propio Virxilio.