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El actor Fred Thompson promete aire fresco para el maltrecho Partido Republicano

El nuevo candidato a la presidencia de EE UU actúa en la serie televisiva 'Ley y orden'

Antonio Caño

El actor y ex senador estadounidense Fred Thompson se suma hoy oficialmente a la campaña presidencial del Partido Republicano con la esperanza de traer aire fresco y optimismo cinematográfico a una fuerza política necesitada de un salvador. Thompson, aunque sólo sea por su popularidad, promete ser eso, un revitalizador del conservadurismo, un nuevo Ronald Reagan, pese a que sea difícil encontrar otras coincidencias entre ambos personajes que su paso por el celuloide. Thompson tenía previsto comunicar sus ambiciones presidenciales anoche en un programa de televisión.

Hoy formalizará ese objetivo ante el resto del público y se lanzará después a una gira de tres días por los Estados donde se celebrarán, a principios de 2008, las primeras elecciones primarias.

Si no se producen sorpresas, Thompson será el último en lanzarse a la arena. En una campaña tan intensa y difícil como ésta, ya casi no queda tiempo para actuar. Algunos comentaristas creen incluso que el propio Thompson ha llegado demasiado tarde. Las encuestas, no obstante, lo colocan ya en segundo lugar, unos 10 puntos por detrás del ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, y con cierta ventaja sobre Mitt Romney o John McCain. Hoy por hoy, se trata pues de un candidato solvente y con posibilidades de tener un efecto en esta campaña.

Pero también es cierto que hoy por hoy, aunque ejerció como senador de Tennessee durante una década, los electores saben pocas cosas de Fred Thompson, además de su brillante papel como fiscal jefe de la popular serie Ley y orden y sus actuaciones en otras muchas películas.

Ahora tendrá que resultar igual de convincente con sus propuestas políticas. "Después de toda la expectación creada, va a tener que transmitir una idea muy clara de lo que quiere si llega a ser presidente de este país", advierte David Winston, un analista político republicano.

Posiciones moderadas

Sus credenciales por ahora son las de un conservador que respaldó en varias ocasiones posiciones moderadas y centristas en el Senado y que trata ahora de hacer olvidar ese pasado para conciliarse con un partido situado actualmente mucho más a la derecha. Carece de la experiencia y la preparación de Giuliani, McCain o Romney, pero no es menos conservador que ninguno de ellos y les gana a todos en popularidad. Tan seguro parece sentirse de sus propias posibilidades que prefirió estar anoche con el popular presentador Jay Leno que participar en el debate que sus rivales mantenían en New Hampshire.

"Los votantes republicanos buscan dos cosas", afirma el director de la campaña de Thompson, Tod Harris. "Quieren, por un lado, a un candidato que comparta sus valores, y Fred Thompson es el más cercano a los valores de la base del partido. Y quieren también alguien que pueda ganar en 2008".

De momento, este segundo deseo está lejos de ser una predicción. Con 65 años, Thompson puede que conecte con el sector dominante del republicanismo en la actualidad, pero es difícil que eso mismo pueda decirse con una opinión pública que crecientemente ve al partido como una fuerza desgastada, envejecida y desconectada de las preocupaciones reales de la nación.

Recientes encuestas hechas por estrategas republicanos muestran el divorcio que se ha producido entre el partido conservador y los votantes jóvenes, latinos (los de más rápido crecimiento) e independientes, todos vitales para conseguir la presidencia. Y no sólo parece culpa de la impopularidad de George W. Bush y de la guerra de Irak, sino de los continuos escándalos de los últimos meses (el caso del senador Larry Craig es el más reciente) y de la radicalización de las posturas republicanas.

Uno de los más conocidos columnistas conservadores, Robert Novak, escribía esta semana: "Durante mis 50 años informando desde Washington, los republicanos han estado antes en peores momentos, pero nunca había visto la moral tan baja dentro del partido". Esa caída de moral no tiene que ver tanto con las encuestas -en las que, al menos Giuliani, compite más que dignamente contra los principales rivales demócratas-, como con la sensación de fin de ciclo que se ha apoderado de Washington.

Fred Thompson, en un acto ante veteranos de guerra el pasado 21 de agosto en Kansas.
Fred Thompson, en un acto ante veteranos de guerra el pasado 21 de agosto en Kansas.ASSOCIATED PRESS

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