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Un edil del PP deja el pleno para no votar por una calle para Polanco

Martínez Vidal, el concejal díscolo, fue jefe de protocolo de Aguirre y ex edil de Cultura

Daniel Verdú

Discretamente, minutos antes de que se votara la propuesta de los tres grupos municipales de otorgar los nombres de Jesús de Polanco, Emma Penella, Rodrigo Uría, Francisco Umbral y Gabriel Cisneros para cinco calles de Madrid, el concejal del PP Fernando Martínez Vidal se levantó de su escaño en el pleno del Ayuntamiento y se fue a "hacer unas llamadas y a tomar un café". Así, el que fuera edil de Cultura con el anterior alcalde, José María Álvarez del Manzano, y ex jefe de protocolo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, evitaba tener que votar a favor de que Jesús de Polanco, presidente del Grupo PRISA (editora de EL PAÍS), que falleció en julio, diera nombre a una calle de la capital.

"Si mi ausencia hubiera cambiado el rumbo de la votación, no me habría marchado", explicó en los pasillos del Ayuntamiento. "Yo me apunté a Alianza Popular hace 30 años por unos motivos concretos. Jesús de Polanco dijo que el PP es un partido guerracivilista. Y como militante del PP no me parecía bien que con mi voto pudiera tener una calle", insistió.

Martínez Vidal y otros dos concejales, Carlos Izquierdo y Jesús Moreno, ya advirtieron a Ruiz-Gallardón en la reunión previa al Pleno de ayer de que no estaban conformes con la propuesta. Sin embargo, sólo Martínez Vidal, muy cercano al sector de Aguirre en el PP, se levantó de su butaca durante la votación. Un testigo aseguró luego que, cuando terminó, Ángel Garrido -el concejal que mandó una carta a los ediles el pasado agosto en la que subrayaba la ausencia de reuniones del grupo municipal- mandó un SMS a Martínez Vidal avisándole de que podía volver a su sitio. Éste negó ayer este extremo.

Este edil ya abandonó el pleno de julio, cuando se aprobó que unos jardines del distrito de Barajas llevasen el nombre de Mari Luz Nájera, asesinada el 24 de enero de 1977 en una manifestación antifranquista. "La izquierda tuvo muchos años para dar el nombre de esa pobre chica a una calle. Y tenemos que venir nosotros y ponérselo", ironizó ayer Martínez Vidal.

El voto lo da el portavoz

En el Ayuntamiento son los portavoces de los grupos los que expresan el sentido del voto de todos sus concejales, que permanentemente son contados por personal de la Secretaría del Pleno. La única manera que tiene un edil de eludir posicionarse en contra del resto de sus compañeros es ausentarse de la votación.

Martínez Vidal fue una de las novedades de las listas municipales del pasado 27 de mayo. Como la ex presidenta de la Asamblea Concepción Dancausa, forma parte de la cuota de políticos cercanos a Aguirre que la propia presidenta regional, que también preside el PP, situó en puestos muy altos de la candidatura de Gallardón. Ángel Garrido y Carlos Izquierdo, por su parte, fueron muy activos en 2004 para encumbrar a Aguirre en la dirección regional del partido.

Precisamente, ayer, el vicepresidente regional, Ignacio González, dijo que personalmente respeta que el concejal del PP en el Ayuntamiento Fernando Martínez Vidal se ausentara del Pleno para no apoyar que una calle de Madrid llevara el nombre de Polanco, porque puede no "sentirse identificado" con esa decisión.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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