El Madrid, en su infierno particular
Al equipo le basta un punto en Bremen, pero en Alemania sólo ganó un partido de 21
Con un "andaluz alemán" al frente, el Real Madrid se examina hoy en su escenario maldito. Al club más condecorado de Europa su larga travesía por Alemania siempre le ha supuesto un reto sideral, hasta el punto de que sólo ha ganado uno de los 21 partidos que ha disputado en territorio de la Bundesliga (en Leverkusen, en 2000) y ha perdido en 14 ocasiones. Un dato inquietante para el equipo que dirige Bernd Schuster, al que una derrota en Bremen ante el Werder le exigiría al máximo en la última jornada frente al Lazio, en Chamartín. Cualquier otro resultado en el gélido Weserstadion, previsiblemente con el termómetro bajo cero, clasificaría al conjunto español para la segunda fase de la Liga de Campeones. El Werder, segundo a un punto del Bayern en la competición doméstica, en la que es el máximo goleador (32 tantos en 14 partidos, 22 en casa y 10 como visitante), ha gripado en la Liga de Campeones, en la que ha patinado en tres de los cuatro encuentros disputados. El torneo no le ha bendecido y, por si fuera poco, frente al Real Madrid no podrá alistar a su mejor jugador, el brasileño Diego -sancionado-, ni a dos pretorianos como el portero Wiese, lesionado ayer, y el internacional Frings, también en la enfermería. En el vestuario tampoco hay sosiego: el jueves, el brasileño Carlos Alberto y el marfileño Sanogo, el puñal ofensivo del equipo, mantuvieron un asalto a puñetazos en pleno entrenamiento. En Bremen, estos días, sólo se celebra la recuperación del delantero croata Klasnic, al que hace ocho meses le trasplantaron un riñón de su padre tras haber rechazado su organismo poco antes uno de su madre. Pero los doctores del Werder no confiaban en una rehabilitación tan rápida y el club no le inscribió en la Liga de Campeones.
Schuster: "La mentalidad alemana siempre se impuso a la española"
Pese a tanto contratiempo local, el Madrid no tiene motivos para abanicarse. Tanto Schuster como Casillas, uno de sus capitanes, lo subrayaron ayer. "La mentalidad alemana, tanto la de sus equipos como la de la selección, siempre se ha impuesto a la española", apuntó el técnico, que dijo no sentir "nada especial" en el regreso a su país natal. "Soy un andaluz alemán que vengo del sur", dijo el entrenador bávaro, más risueño que de costumbre en su recepción mediática. "Los alemanes siempre son difíciles, y en las jugadas a balón parado son temibles", apostilló Casillas.
Para frenar el impetuoso fútbol del Bremen, más virtuoso en el área del adversario que en la propia, Schuster medita alinear al equipo que el sábado terminó asfixiado en Murcia. La única duda es, precisamente, quién acompañará a Cannavaro en la defensa. Pepe, titular en Murcia, acaba de ser borrado del parte médico, y a Metzelder, hasta el pasado verano en la Bundesliga -por lo que se conoce el guión del Werder-, no le falta vuelo en citas semejantes.
En previsión de que el Werder arranque el partido a toque de corneta, Schuster expresó su deseo de que el Madrid se despliegue como hizo en la última jornada ante el Olympiakos, cuando gobernó el juego con autoridad. "En Grecia salimos a ganar, sólo nos faltó el gol, pero debemos volver a ser protagonistas", afirmó el entrenador, contrariado con el distinto oleaje que sacude al Madrid fuera de Chamartín, tan capaz de golear al Villarreal y al Valencia como de atascarse de mala manera en Valladolid y Murcia. Y Alemania siempre ha sido un destino fatal para el Madrid.
W. Bremen: Vander; Fritz, Mertesacker, Naldo, Pasanen;Vranjes, Baumann, Borowski; Jensen; Sanogo y Rosenberg.
Real Madrid: Casillas; S. Ramos, Cannavaro, Pepe, Marcelo; Diarra, Gago; Robinho, Guti; Raúl y Van Nistelrooy.
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