"La Academia que no cuida su cantera, no se cuida"
El cine fue siempre su anhelo secreto. Eduardo Chapero Jackson fue el único que entró el sábado por la noche en el Arena Berlín, donde se celebró la gala de los premios de la Academia de Cine Europeo, sabiendo que iba a salir con una estatuilla ganadora. Lo sabía desde el día anterior, pero supo guardar el secreto, como su anhelo. "Sin embargo, cuando oyes tu nombre en la sala te echas a temblar". Chapero Jackson ganó el premio al mejor corto europeo del año por Alumbramiento, su segundo trabajo, una historia en torno a la muerte y el miedo a enfrentarse a ella.
"El camino no ha sido fácil, tienes que pasar una dura criba", asegura. Los cortometrajes sólo pueden ser candidatos en Europa si ganan alguno de los premios en festivales. Alumbramiento obtuvo el galardón en el certamen de Venecia y el sábado se enfrentaba a otros 12 cortos. "El nivel es muy alto, porque se supone que llegan los mejores", aseguró Chapero Jackson, de traje negro y camisa blanca.
"Mirar de frente a la muerte me aportó mucho. Ahí nació 'Alumbramiento"
"Puede que la crisis de los Goya venga bien para abrir un diálogo"
De niño, su padre le llevaba a sesiones en el cine Alphaville de Madrid, donde descubrió a Jacques Tati y a Buster Keaton. "Fueron mis primeros nombres claves en el cine". Y fue allí donde nació su deseo de ser director. Estudió Bellas Artes en Nueva York, trabajó luego en una productora española hasta que, por fin, decidió dar el "difícil paso" de dejar la seguridad de un empleo y lanzarse al "vacío".
Le esperaba Contracuerpo, su primer cortometraje, con el que ha ganado 45 premios y está preseleccionado para los Oscar de 2008. Ahora, con 36 años, ya piensa en el largometraje. "Llevo año y medio escribiendo un guión, del que ahora voy por la cuarta versión, y espero empezar a moverlo pronto. Pero quiero estar muy seguro de lo que haga y de con quién lo hago. Las prisas son malas".
Sólo adelanta que su nuevo proyecto está ambientado en España y gira en torno a la iniciación de la adolescencia. Escribe solo sus guiones -"es un acto mágico pero muy duro porque te puedes perder fácilmente"- y busca el cine que guarda misterio en las imágenes. Como el que encuentra en El espíritu de la colmena, de Víctor Erice, su título fetiche. "Es la película que más veces he visto".
Alumbramiento, un filme protagonizado por Mariví Bilbao y Cristina Plazas, entre otros, nació hace tres años cuando Chapero Jackson vivió la muerte de sus abuelos. "Fui testigo de cómo al final de sus vidas las personas se enfrentan a todo lo que les ha rodeado, a sus vínculos más directos, a sus hijos. Dirijo mi mirada a esa zona oscura a la que todos tenemos miedo. "Mirar de frente a la muerte aportó mucho a mi vida", explica el realizador, de padre español y madre norteamericana.
Planteado como un monólogo de 15 minutos, el cortometraje, que a pesar de haber ganado en Venecia y en Berlín no está entre los candidatos a los premios Goya, narra cómo una familia se enfrenta en una noche a la muerte de su miembro más anciano.
Chapero Jackson conoce bien los problemas que rodean a los cortometrajistas en España: "A muchos de los que han tenido éxito internacional les está siendo muy complicado dar el paso al largo, en una industria que depende demasiado del dinero de las televisiones".
Y más ahora que la Academia de Cine ha decidido sacarles de la ceremonia de los Goya. "Hay que reflexionar sobre lo que está pasando. La Academia ha tomado una decisión apresurada, aunque puede que esta crisis venga bien para que se abra un verdadero diálogo. Todavía hay una batalla por ambos lados, pero a la larga puede ser mejor. El corto es la fuente de nuestro cine, por lo que se deberían ocupar un poco más de él. Una Academia que no cuida de su cantera, no cuida de sí misma".
Babelia
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