"La remuneración del turno de oficio data de 2003"

Antonio Hernández-Gil, 54 años, es el nuevo decano del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM), tras una reñida votación y poco más de 300 sufragios de diferencia con la candidatura de Javier Cremades. Hijo del que fuera presidente de las Cortes, del Poder Judicial y del Consejo de Estado, pudo haber sido deportista de éxito o concertista de guitarra clásica, pero relegó esas actividades porque "siempre he tenido que ser fundamentalmente abogado". Catedrático de Derecho Civil y abogado independiente especializado en Civil y Mercantil, accede ahora, siguiendo la vena institucional familiar, al decanato del ICAM, del que ya ha sido diputado en varias juntas con Antonio Pedrol Ríus y Luis Martí Mingarro.

Pregunta. El resultado de la votación ha sido muy ajustado. ¿Significa que el Colegio está muy polarizado en dos modelos de gestión, o en torno a la personalidad de los candidatos?

Respuesta. Creo que el resultado no es tanto que estuvieran enfrentados dos modelos de Colegio, como porque nos hemos dirigido probablemente a sectores que cada uno de ellos ha propiciado una participación muy alta.

P. La candidatura rival apostó fuerte por las nuevas tecnologías y por la rebaja de cuotas. ¿Ha tomado nota de esas propuestas al ver que han sacado casi tantos votos como ustedes?

R. Sí, pero de manera distinta. Nosotros dijimos desde el primer momento que queríamos un modelo de Colegio institucional y solidario, y que en ese modelo no tenía mucho encaje hablar de una rebaja de cuotas. Y lo sigo diciendo. Lo que yo no he querido es no traicionar a mi modelo de Colegio por un mensaje que alguien pudiera recibir electoralmente mejor. Y eso no va a cambiar de ninguna de las maneras. En cuanto a las nuevas tecnologías, nosotros creemos que hay que darlas por supuestas.

P. ¿Por dónde va a empezar su gestión?

R. Lo que yo quiero hacer desde el primer minuto es llamar a más compañeros a la participación y junto a ellos y las asociaciones que tienen preocupación por el Colegio, plantear cuestiones y formular propuestas dentro de lo que es nuestro programa. Luego hay un objetivo que no me puesto yo, y es que el 27 de diciembre tenemos la junta general de presupuestos, elaborados por la junta actual. Tendremos que fijar nuestra posición.

P. Ustedes apostaron fuerte por la formación de los abogados jóvenes y por la práctica en empresas y despachos profesionales. ¿Cómo lo van a hacer?

R. La formación desde el centro de estudios del Colegio es algo que vamos a impulsar desde el primer minuto. Una de las cosas que queremos trabajar ya es la visualización, al menos de los cursos básicos, para que puedan ser accesibles online o por medios audiovisuales, porque el problema que tienen los compañeros es de incompatibilidad horaria para estar presentes en esos cursos. La práctica en los despachos requiere convenios, una mayor maduración de las ideas y eso lo planteamos en el marco de la nueva Ley de Acceso, que tienen una vacatio legis [moratoria] de cuatro años. Ése es el tiempo que hay que utilizar para preparar la implicación del Colegio de Abogados en una oferta formativa para el acceso a la profesión.

P. ¿Cómo van a conseguir mayores retribuciones para los turnos de oficio?

R. La remuneración actual, en el caso de Madrid, data de 2003 y no se ha tocado. Pero para la Comunidad el presupuesto se ha incrementado mucho, porque con esos baremos antiguos ha aumentado la demanda de servicios de asistencia gratuita, y por tanto ha aumentado su aportación global. Eso no puede ser óbice para que no se incrementen las remuneraciones.