Vecinos de Lugo, contra la concesión de pisos a "gitanos y árabes"
Empresarios y residentes estudian recurrir las adjudicaciones de Vivenda
La adjudicación provisional de 36 pisos en régimen de alquiler por parte de la Consellería de Vivenda en el casco histórico de Lugo ha suscitado el recelo de empresarios y comerciantes de esta zona, por el hecho de que algunos de los beneficiarios pertenezcan, según ellos, a "sectores marginales". Los vecinos y, sobre todo, los hosteleros se quejan de que los adjudicatarios, que podrán residir en la casa durante cinco años, son de "etnia gitana o árabe", y no dudan en afirmar que la degradación "llegará de nuevo al barrio".
Las viviendas han sido rehabilitadas por la Xunta en la zona más degradada de la capital lucense, que en su día albergó uno de los barrios chinos más conocidos de Galicia. El bipartito ha destinado 31 millones de euros para transformar la zona e integrarla en el urbanismo propio del casco histórico de Lugo. Cuando haya concluido el proceso de rehabilitación, 90 edificios habrán cambiado por completo su fisonomía. Los primeros 36 pisos restaurados, a los que optaron 414 personas, se han adjudicado de forma provisional. Vivenda exigía a los demandantes tener entre 18 y 35 años, no disponer de ninguna propiedad inmobiliaria, llevar más de dos años residiendo en Lugo y disponer de ingresos entre 500 y 1.700 euros mensuales.
Un notario dio fe de que todos los adjudicatarios cumplían estos requisitos y supervisó el proceso de sorteo. Sin embargo, el PP aprecia "opacidad", porque el sorteo no fue público.
Desde la delegación provincial de Vivenda no tienen constancia de ninguna queja formal. Su responsable, Cosme Eladio Pombo, asegura que el proceso de adjudicación provisional se realizó "con total cumplimiento de la legalidad y máxima transparencia" y subraya que la consellería "no hará ningún tipo de discriminación en el acceso a una vivienda por el simple hecho de que se pertenezca a un colectivo social específico, ya que las condiciones de alquiler son las mismas para todas las personas que participan".
Otras fuentes de la consellería creen que la alarma es desproporcionada. El departamento que dirige Teresa Táboas afirma que el 80% de los pisos fueron adjudicados, "porque así les correspondió", a personas que no están integradas en ninguno de los colectivos citados por los moradores o empresarios del casco histórico.
Garantizar la convivencia
Según los datos aportados por Vivenda, ninguno de los cuatro pisos que se otorgaron para personas con movilidad reducida y los que disponen de uno y dos dormitorios recayeron en familias gitanas o árabes. A algunas personas de estas etnias se les otorgaron las casas de 3 y 4 dormitorios, ya que cumplían el requisito de tener al menos dos hijos. La consellería señala que esta circunstancia se da en dos de cada diez adjudicaciones.
El delegado lamenta que se intenten "sembrar dudas" sobre el proceso y se muestra escéptico con las críticas por parte del sector de la hostelería: "No creo que ningún hostelero asentado en el casco histórico de Lugo tenga ningún interés en discriminar a ningún colectivo". Cosme Eladio Pombo considera que la hostelería es un sector que sirve de "ejemplo" de integración en el mercado laboral. La consellería asegura que la vivienda "es un aspecto más de la integración social" y advierte que será "estricta" a la hora de garantizar el "mantenimiento y convivencia" en los pisos.
Empresarios, hosteleros y vecinos han convocado una asamblea para abordar el asunto. En la anterior solicitaron el asesoramiento de los servicios jurídicos de la Confederación de Empresarios. Su intención es informarse de los recursos legales que pueden presentar contra las adjudicaciones.
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